El mundo enfrenta una deuda total de $315 billones de dólares, según un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF). Este incremento ha sido el más significativo y rápido desde la Segunda Guerra Mundial, impulsado en gran medida por la pandemia de Covid-19.
El IIF señaló que este es el segundo aumento trimestral consecutivo de la deuda global, destacando que los mercados emergentes son los principales contribuyentes, con una deuda que ha alcanzado más de $105 billones de dólares, 55 billones más que hace una década.
Dos tercios de esta deuda global provienen de economías avanzadas, con Japón y Estados Unidos como los mayores responsables. A pesar de esto, la relación deuda-PIB en estas economías ha mostrado una tendencia a la baja, lo que indica una capacidad relativamente estable para gestionar sus deudas.
En contraste, los mercados emergentes presentan una relación deuda-PIB que ha alcanzado un nuevo máximo del 257%. China, India y México son los mayores contribuyentes a este aumento.
El informe del IIF también advierte sobre factores que podrían complicar la dinámica de la deuda, como la inflación persistente, las crecientes tensiones comerciales y las fricciones geopolíticas. Estos elementos podrían aumentar los costos de financiamiento a nivel global.
Además, aunque los balances de los hogares ofrecen cierto alivio a corto plazo frente a tasas de interés elevadas, los déficits presupuestarios gubernamentales permanecen altos en comparación con los niveles prepandémicos.
Del total de $315 billones de dólares, la deuda de los hogares, que incluye hipotecas y deudas de tarjetas de crédito, suma $59.1 billones. La deuda empresarial asciende a $164.5 billones, de los cuales $70.4 billones corresponden al sector financiero. La deuda pública completa el total con $91.4 billones de dólares.