La designación de Anat Ashkenazi como nueva directora financiera de Alphabet marca un hito significativo en la trayectoria de la empresa matriz de Google. Proveniente de la farmacéutica Eli Lilly, donde destacó liderando las finanzas en un periodo de notable crecimiento impulsado por la demanda de los polémicos tratamientos para la obesidad conocidos como GLP-1, llega al gigante tecnológico en un momento crucial.
Su experiencia en Eli Lilly, donde gestionó con éxito medicamentos como Mounjaro y Zepbound, clave en el ascenso de las acciones de la empresa farmacéutica, ofrece a Alphabet un liderazgo experimentado y versátil en un contexto donde la empresa enfrenta desafíos en el mercado publicitario y en la evolución de la inteligencia artificial.
La llegada de Ashkenazi también coincide con un periodo de cambio cultural en Alphabet, donde los empleados expresan preocupaciones por los recortes de costos y los mandatos de regreso a la oficina.
En este sentido, su capacidad para liderar en un entorno de competencia creciente y cambios tecnológicos será crucial para mantener a Alphabet a la vanguardia en el mundo de la tecnología. Por otra parte, la ejecutiva proviene de una industria que luego de la pandemia ha encontrado una nueva fuente de ingresos: los tratamientos GLP-1, cuyos efectos en la salud y verdaderos beneficios aún son cuestionados por parte de la comunidad médica.
Para algunos analistas, las cuestionables prácticas de las farmacéuticas no son un buen ejemplo para ser aplicado en la industria tecnológica, sin embargo, es cierto que las nuevas tecnologías, como por ejemplo la IA, también han estado bajo escrutinio por prácticas monopolísticas y discusiones sobre la ética.
Al final, ambas industrias, tecnológica y farmacéutica, han estado bajo la lupa por parte de los organismos reguladores y la sociedad.