Las acciones de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos subieron el jueves después de que la Unión Europea anunciara nuevos aranceles de hasta el 38%. BYD, el mayor beneficiado, aumentó un 8% el jueves 13 de junio, aunque luego bajó a un 6%. Geeley subió un 4%, mientras que Nio y Li Auto incrementaron un 1.5%. SAIC, respaldada por el estado, cayó un 1.5%.
Analistas de Citi describieron estos aranceles como “benignos”, y un experto de Morningstar los calificó de “modestos” en comparación con los impuestos recientes de EE. UU. sobre los vehículos eléctricos chinos.
La UE impondrá aranceles adicionales del 17.4% a BYD, del 20% a Geely y del 38.1% a SAIC, además del arancel estándar del 10% para vehículos importados. La investigación de la UE, aún en curso, también afecta a otras empresas cooperadoras con un 21% adicional y a las no cooperadoras con un 38.1%.
La UE argumenta que los fabricantes chinos reciben “subvenciones injustas”, dañando la industria europea. Estos aranceles, moderados frente al 100% de EE. UU. el mes pasado, son provisionales y entrarán en vigor el 4 de julio si no se llega a un acuerdo con China. Las medidas definitivas se adoptarán cuatro meses después.
China calificó la medida como “proteccionismo flagrante” y expresó preocupación, alegando que distorsiona la industria global de vehículos eléctricos. Joseph Webster, del Atlantic Council, sugirió que la UE está presionando a SAIC para que construya una planta en Europa. Mientras, BYD y Geely ya han invertido en el continente, con BYD planeando una planta en Hungría y Geely trasladando producción de China a Bélgica.
La reacción de China es clave. Aunque podría responder, no buscaría escalar el conflicto. Paul Triolo, de Albright Stonebridge Group, advirtió sobre el riesgo de una guerra arancelaria, sugiriendo que ninguna parte desea esto y que la Comisión Europea podría ser flexible.