El pasado viernes, Warren Buffett realizó su mayor donación anual hasta la fecha, entregando $5,300 millones de dólares en acciones de Berkshire Hathaway a cinco organizaciones benéficas.
Este notable filántropo, que cumplirá 94 años en agosto, convirtió 8,674 acciones Clase A de Berkshire en más de 13 millones de acciones Clase B, distribuyendo 9,93 millones de estas acciones a la Fundación Bill y Melinda Gates y el resto a la Fundación Susan Thompson Buffett, y a las tres fundaciones administradas por sus hijos Howard, Susan y Peter Buffett.
Conocido como el “Oráculo de Omaha”, magnate se ha comprometido a donar la vasta fortuna que acumuló dirigiendo el conglomerado con sede en Omaha, Nebraska, desde 1965. Desde 2006, ha estado realizando donaciones anuales a estas cinco entidades benéficas. Tras la donación del viernes, el filántropo aún posee 207,963 acciones Clase A de a firma y 2,586 acciones Clase B, con un valor aproximado de $130,000 millones de dólares.
En una entrevista con The Wall Street Journal, Buffett detalló que, tras su fallecimiento, su enorme fortuna será destinada a un nuevo fideicomiso benéfico supervisado por sus tres hijos. El objetivo de este mandato es ayudar a aquellos menos afortunados. Buffett y sus hijos han disfrutado de una situación privilegiada, situándose en el 100% más afortunado del 1% de la población mundial, y reconocen la responsabilidad de retribuir.
Buffett ha indicado que sus hijos serán los ejecutores de su testamento y los fideicomisarios del fideicomiso caritativo que recibirá más del 99% de su riqueza. Además, señaló que la Fundación Bill y Melinda Gates dejará de recibir donaciones después de su muerte, una decisión que sigue a su renuncia como administrador de la Fundación Gates en junio de 2021, coincidiendo con el divorcio de los Gates.
Durante la reunión anual del conglomerado en mayo, el empresario reflexionó abiertamente con los accionistas sobre el futuro de la empresa una vez que él ya no esté al mando, mostrando momentos de solemnidad mientras recordaba a su fallecido amigo y socio comercial Charlie Munger. Greg Abel, vicepresidente de operaciones no aseguradoras de Berkshire, ha sido designado como su sucesor, asumiendo gran parte de las responsabilidades en el conglomerado.