En la semana de vacaciones actual, los aeropuertos de Estados Unidos se preparan para recibir una cantidad récord de pasajeros. Aunque este parece ser un momento ideal para liderar una aerolínea, la realidad es bastante diferente ya que se enfrentan a una serie de desafíos importantes que incluyen costos crecientes, como el combustible, los salarios y las tasas de interés.
Entre tanto, los problemas en Boeing limitan la cantidad de aviones disponibles para expandir rutas y satisfacer la creciente demanda de pasajeros. A pesar de las fuertes reservas, estas limitaciones financieras son difíciles de superar por completo.
Reducción de Beneficios
Los analistas del sector prevén una reducción significativa en los beneficios de las aerolíneas. Se estima que anunciarán una caída de alrededor de $2,000 millones de dólares en el período de abril a junio, una disminución del 33%. Esto sigue a las pérdidas de casi $800 millones de dólares en el primer trimestre del año. Los costos laborales y los precios del combustible, los dos mayores gastos de las aerolíneas, han aumentado considerablemente este año. Los pilotos han logrado incrementos salariales de dos dígitos después de años de estancamiento salarial, y ahora los auxiliares de vuelo buscan aumentos similares. Los precios del combustible han subido debido a la mayor demanda estival, incrementándose un 1.4% en la última semana y un 4% en el último mes, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Problemas para los pasajeros
Los aeropuertos de EE.UU. esperan un récord de pasajeros esta semana, pero las aerolíneas enfrentan altos costos de combustible, salarios y tasas de interés, además de problemas en Boeing y Airbus, limitando la expansión de rutas. Aunque las tarifas aéreas a corto plazo no se ven muy afectadas, las dificultades financieras podrían reducir las opciones y la calidad del servicio en el futuro.
A pesar de estos desafíos, hay un 6% más de asientos disponibles este mes, lo que ha reducido las tarifas. Sin embargo, Southwest ha eliminado servicios en cuatro aeropuertos, y las aerolíneas de bajo costo enfrentan un futuro incierto.
A corto plazo, estos problemas no se traducirán en un aumento significativo de las tarifas aéreas, ya que éstas están más influenciadas por la oferta y la demanda que por los costos operativos de las aerolíneas. Sin embargo, a largo plazo, las dificultades actuales podrían derivar en menos rutas, menos opciones para los pasajeros y una experiencia de vuelo menos agradable.