Las acciones de CrowdStrike cayeron un 13% el lunes 22 de julio, tres días después de una interrupción que dejó millones de dispositivos Windows fuera de línea y operaciones aéreas en caos.
Guggenheim Securities rebajó la calificación de las acciones de CrowdStrike de “comprar” a “neutral” el domingo. Los analistas, liderados por John DiFucci, destacaron que la acción seguía cotizándose a un alto múltiplo de ingresos recurrentes. Según ellos, CrowdStrike podría tardar en recuperar su imagen, afectando las contrataciones futuras, un indicador del potencial de ingresos de la empresa.
A pesar de la situación, Goldman Sachs mantuvo su recomendación de compra en una nota emitida el lunes, aunque advirtieron que las operaciones podrían retrasarse debido a la interrupción. Los analistas, liderados por Gabriela Borges, compararon la situación con una interrupción similar de McAfee en 2010, que resultó en ingresos diferidos y pérdidas de ingresos.
La empresa de ciberseguridad está ayudando a clientes de diversas industrias a recuperarse después de que una actualización defectuosa de su software Falcon provocara la caída de ordenadores, afectando a vuelos, bolsas de valores, bancos, servicios de salud y otros sectores.
El incidente, que impactó a 8.5 millones de dispositivos, menos del 1% del total mundial según Microsoft, se originó el viernes 19 de julio. El personal de TI trabajó rápidamente para reparar las computadoras, mientras que hackers intentaron aprovechar la situación creando sitios web maliciosos.
Las acciones de la compañía ya habían caído un 11% el viernes. Durante el fin de semana, imágenes de la “pantalla azul de la muerte” en dispositivos Windows circulaban en redes sociales, indicando la necesidad de intervención técnica. CrowdStrike comunicó el domingo que estaba probando un método para reparar las máquinas más rápidamente.
CrowdStrike señaló en una presentación regulatoria que sigue evaluando el impacto del evento en su negocio y operaciones, indicando que la situación sigue evolucionando.