La inflación en junio disminuyó levemente, con el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) subiendo un 2.5% anual, según el Departamento de Comercio, por debajo del 2.6% del mes anterior. Este dato, alineado con las expectativas del mercado, refuerza la posibilidad de un recorte de tasas de interés en septiembre.
La leve disminución de la inflación generó optimismo en Wall Street y los futuros del mercado de valores indicaron una apertura positiva, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron.
Robert Frick, economista de Navy Federal Credit Union, comentó que el informe es “suficientemente bueno” para mantener la expansión económica y facilitar un recorte de tasas por parte de la FED.
Los precios de los bienes cayeron un 0.2%, mientras que los servicios aumentaron un 0.2%. Los precios de la vivienda subieron un 0.3%, desacelerándose respecto a meses anteriores.
El informe también reveló que los ingresos personales crecieron un 0.2%, mientras que el gasto aumentó un 0.3%, conforme a las previsiones. La tasa de ahorro disminuyó al 3.4%, su nivel más bajo desde noviembre de 2022.
Aunque no se espera que la Fed tome medidas en su próxima reunión, los mercados anticipan un recorte de tasas en septiembre, el primero desde la pandemia de Covid-19. Los analistas señalan que la economía está en terreno firme y la inflación se mantiene estable, favoreciendo la decisión de la FED.
Desde mediados de 2022, la Reserva Federal ha aumentado agresivamente las tasas de interés para combatir la inflación, alcanzando el nivel más alto en 23 años. No obstante, ha pausado estos aumentos mientras evalúa los datos económicos.
Los futuros del mercado indican una probabilidad del 90% de un recorte en septiembre, con posibles reducciones adicionales en noviembre y diciembre. Sin embargo, los funcionarios de la Fed han subrayado que las decisiones dependerán de los datos económicos futuros.