La inflación aumentó en julio como se esperaba, impulsada principalmente por los mayores costos de vivienda, según el informe del Departamento de Trabajo del miércoles. Esto podría llevar a un recorte de la tasa de interés en septiembre.
El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 0.2% en el mes, situando la tasa de inflación anual en 2.9%. Los economistas habían previsto un aumento mensual del 0.2% y anual del 3%.
Excluyendo alimentos y energía, el IPC básico también subió un 0.2% mensual y un 3.2% anual, cumpliendo las expectativas. Esta es la tasa anual más baja desde marzo de 2021 y la tasa básica más baja desde abril de 2021. En junio, la inflación general fue del 3%.
Un aumento del 0.4% en los costos de vivienda representó el 90% del incremento total de la inflación. Los precios de los alimentos subieron un 0.2%, mientras que los de la energía se mantuvieron estables.
Tras el informe, los futuros del mercado de valores estuvieron ligeramente negativos y los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron.