“Si las criptomonedas van a definir el futuro, quiero que se extraigan, acuñen y fabriquen en Estados Unidos”, declaró Donald Trump en un mensaje dirigido a los mineros de bitcoins durante un evento en el Music City Center. “Crearemos tanta electricidad que dirán: ‘Por favor, por favor, presidente, no queremos más electricidad. ¡No podemos soportarla!’”, agregó.
El discurso, fue un cambio radical para un expresidente que tres años antes había visto a la criptomoneda como una “estafa”. Sin duda, Trump se sintió atraído por la posibilidad de obtener enormes cantidades de dinero de donantes de una industria gigantesca sobre la que no existe aíun una regulación totalmente clara, aunque se han concretado importantes avances.
Trump afirmó ese día a la audiencia en Nashville que había recaudado $25 millones de dólares en fondos relacionados con criptomonedas.
La sorprendente conversión de Donald Trump en un defensor entusiasta del bitcoin no ocurrió por casualidad. Detrás de este cambio radical estuvo un equipo de apasionados defensores de las criptomonedas que lograron penetrar el círculo cercano del ex presidente.
Tres puertorriqueños jugaron un papel crucial: Amanda Fabiano, Tracy Hoyos-López y David Bailey. Su misión era persuadir a Trump del valor del bitcoin y demostrarlo a un público clave en Nashville.
Esta transformación de Trump fue descrita como “tomar una pastilla roja”, un guiño al concepto de la película “Matrix”, en la que la pastilla simboliza el compromiso con Bitcoin frente a las monedas tradicionales. Fabiano, Hoyos-López y Bailey, con roles destacados en la minería y el ámbito legal, se unieron para cambiar la percepción de Trump.
A principios de año, Bailey, quien había estado en contacto con la campaña de Trump, decidió organizar una mesa redonda sobre minería en su próxima reunión en la Torre Trump. Este encuentro resultó ser un paso crucial para convencer a Trump de la legitimidad del bitcoin.
Durante una cena en San Juan, Fabiano y sus compañeros trazaron una estrategia para presentar a Trump el valor real de la minería de bitcoins. Hoyos-López, que tenía conexiones en el entorno de Trump, facilitó la introducción necesaria. La presentación de Fabiano, que destacaba la seriedad de la minería y su impacto positivo, resultó clave.
El esfuerzo culminó en una mesa redonda en Mar-a-Lago, donde expertos en criptomonedas discutieron temas cruciales como la minería y su contribución a la economía energética de EE.UU.
Trump, inicialmente escéptico, se mostró receptivo y pronto aceptó participar en una conferencia en Nashville. La conferencia, a la que asistieron importantes figuras de la industria y celebridades, marcó un punto de inflexión. En su discurso, Trump prometió que su administración mantendría todos los bitcoins y despediría al presidente de la SEC, Gary Gensler. Este evento subrayó el creciente apoyo de Trump hacia las criptomonedas, a medida que su campaña recaudaba millones en donaciones en bitcoin.
A principios de este año, Bailey prometió recaudar $100 millones de dólares y 5 millones de votos para Trump, según informó la cadena estadounidense CNBC.
La transición de Trump de escéptico a ferviente defensor del bitcoin puso de manifiesto el poder de la persuasión y la influencia de la comunidad cripto en los Estados Unidos.