Canadá anunció que aplicará un arancel del 100% a los vehículos eléctricos importados de China, a partir del 1 de octubre, en respuesta a preocupaciones sobre subsidios injustos.
Actualmente, el país ya impone un arancel del 6.1% a estos autos. Además, impondrá un arancel del 25% al acero y aluminio chino desde el 15 de octubre, debido a la competencia desleal, según el Departamento de Finanzas.
Estados Unidos y la Unión Europea han tomado medidas similares, citando la sobreproducción china como una amenaza a la competencia justa. China, en respuesta, calificó las medidas como violaciones a las normas de la OMC y advirtió sobre el posible deterioro de las relaciones comerciales.
Estas medidas, que buscan proteger a las industrias canadienses de vehículos eléctricos, acero y aluminio, serán revisadas un año después de su implementación. Mientras tanto, China ha defendido su industria de vehículos eléctricos, destacando su innovación tecnológica y competitividad en el mercado, sin depender de subsidios.
El impacto en los fabricantes chinos como BYD, que exportan vehículos desde China a Canadá, está por verse, aunque se espera que los aranceles afecten el crecimiento de la industria en Canadá. Además, el gobierno canadiense revisará otras industrias críticas, como baterías y semiconductores, para asegurar su competitividad en el mercado global.