Tom Cruise, conocido por sus millonarios sueldos en Hollywood, realizó su último papel sin cobrar un centavo. El actor fue la estrella de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París, ejecutando una acrobacia espectacular como parte de la entrega simbólica a Los Ángeles, próxima sede.
Casey Wasserman, presidente del Comité Organizador Olímpico de Los Ángeles, contó durante la Cumbre CNBC x Boardroom que siempre soñó con involucrar a Cruise, pero dudaba sobre su disponibilidad debido a su apretada agenda.
“Pensamos que solo tendríamos unas horas para filmar. Él entregaría el material y el resto lo haría un doble”, recordó Wasserman. Sin embargo, el actor de 62 años sorprendió al equipo aceptando sin reservas. “En cinco minutos dijo: ‘Estoy dentro, pero quiero hacerlo todo'”, explicó.
Durante la ceremonia de clausura de los juegos olímpicos de París, Cruise descendió en rapel desde el techo del Estadio de Francia, recibió la bandera olímpica de Simone Biles y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y se fue en motocicleta. Luego, las imágenes pregrabadas mostraron al actor subiendo a un avión y lanzándose en paracaídas sobre el icónico letrero de Hollywood.
Cruise organizó su apretada agenda para cumplir con todos sus compromisos. “Terminó de rodar Misión: Imposible en Londres, voló a Los Ángeles, filmó y regresó a Inglaterra en menos de 24 horas”, relató Wasserman.
Increíblemente, el actor realizó todo esto de manera gratuita.