El Salón del Automóvil de París ha reunido a los gigantes de la industria para mostrar lo más reciente en diseño y tecnología.
Las marcas buscan captar la atención con innovaciones llamativas. El evento, que se extenderá hasta el domingo, llega en un momento clave para los fabricantes europeos, que enfrentan desafíos como la baja demanda de vehículos eléctricos (VE) y la creciente competencia extranjera.
Peugeot destacó con su volante Hypersquare, de forma rectangular y similar a un controlador de videojuegos, que estará disponible a partir de 2026.
BYD, el fabricante chino, sorprendió con su SUV Yangwang U8, capaz de flotar en el agua hasta 30 minutos y girar en su lugar gracias a sus cuatro motores eléctricos, uno en cada rueda. Esta característica se presentó como una posible herramienta de salvamento en situaciones de emergencia.
Finalmente, el fabricante chino Xpeng presentó su modelo eléctrico P7+, equipado con un chip avanzado diseñado para vehículos autónomos y movilidad impulsada por inteligencia artificial, consolidando así la importancia de esta tecnología en la nueva era de la automoción.
Este evento podría marcar un punto de inflexión para la industria europea, que se enfrenta a un futuro dominado por la electrificación y la innovación tecnológica.