El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dejó claro el jueves que no planea renunciar, incluso si el presidente electo Donald Trump le solicita su dimisión. Durante una conferencia de prensa, Powell respondió con un rotundo “No” cuando le preguntaron si acataría una solicitud de renuncia de Trump, aclarando que la ley no permite que el presidente lo despida ni lo degrade.
Este pronunciamiento llega tras la victoria de Trump en las elecciones y en medio de una relación histórica de tensiones entre ambos.
Trump, quien nombró a Powell en 2017, lo criticó durante su mandato anterior por no bajar las tasas de interés tan rápido como deseaba. En 2020, el entonces presidente incluso afirmó tener la autoridad para destituir a Powell en medio de la crisis de COVID-19.
Powell señaló que la reciente victoria de Trump no influirá en las decisiones inmediatas de la FED.
“En el corto plazo, las elecciones no tendrán ningún efecto sobre nuestras decisiones políticas”, declaró. Sin embargo, reconoció que algunas de las políticas de la próxima administración, como recortes de impuestos y aranceles a China –aspectos que podrían influir en el doble mandato de la Fed de estabilidad de precios y pleno empleo– aún deben definirse antes de que el banco central pueda considerar su impacto.
El mandato de Powell en la Reserva Federal va hasta 2026.