A partir de 2025, cambios significativos introducidos por la Ley “Secure 2.0” transformarán el panorama de los planes 401(k) en Estados Unidos. Estas modificaciones buscan facilitar la preparación para la jubilación y abordar desafíos económicos que enfrentan millones de trabajadores. Aquí te explicamos lo más relevante.
Aumentos en las contribuciones de recuperación
Los trabajadores de entre 60 y 63 años tendrán un beneficio especial en 2025. Podrán realizar contribuciones de recuperación de hasta $11,250 dólares, lo que representa un incremento del 14% respecto al límite anterior. Combinado con el límite regular de $23,500 dólares, estos empleados podrán ahorrar hasta $34,750 dólares anuales.
Aunque solo el 14% de los empleados maximizó sus contribuciones en 2023, este cambio pretende motivar a más trabajadores mayores a aprovechar los beneficios fiscales de los planes 401(k).
Mejor acceso para trabajadores a tiempo parcial
Los empleados a tiempo parcial también se beneficiarán. Desde 2025, los empleadores deberán ofrecer planes 401(k) a quienes hayan trabajado al menos 500 horas anuales durante dos años consecutivos, reduciendo el periodo actual de tres años. Este ajuste permitirá que más trabajadores accedan a beneficios de jubilación.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales, solo el 56% de los empleados participa actualmente en planes de jubilación patrocinados por empleadores. Este cambio podría aumentar significativamente esa cifra.
Inscripción automática en nuevos planes
Para los planes 401(k) creados después del 28 de diciembre de 2022, será obligatoria la inscripción automática de empleados a partir de 2025. Los nuevos participantes comenzarán con una tasa de contribución mínima del 3%, que se incrementará gradualmente cada año. Esta medida tiene como objetivo incrementar la participación y fomentar el ahorro, aunque algunos expertos señalan que las tasas iniciales podrían ser insuficientes para alcanzar metas de jubilación.
Un paso hacia la inclusión
Estos cambios reflejan un esfuerzo por ampliar la cobertura y fortalecer el ahorro para la jubilación en un contexto en el que muchos trabajadores enfrentan dificultades económicas. Como señala Alicia Munnell, directora del Centro de Investigación sobre Jubilación, “asegurar que más personas tengan acceso a planes es un avance crucial para el bienestar financiero a largo plazo”.