El presidente electo Donald Trump ha intensificado su retórica económica al amenazar con imponer aranceles del 100% a los países miembros de la alianza BRIC si toman medidas para debilitar el dólar estadounidense. Esta advertencia está dirigida a Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos, quienes han mostrado interés en reducir su dependencia del dólar mediante estrategias de “desdolarización”.
En una publicación en Truth Social, Trump advirtió que cualquier intento de estos países por crear una moneda común o respaldar otra moneda en lugar del dólar enfrentará sanciones comerciales severas y la exclusión del mercado estadounidense. “Deben comprometerse a no reemplazar al poderoso dólar o enfrentarán aranceles del 100% y perderán el acceso a nuestra maravillosa economía”, afirmó.
El predominio del dólar sigue siendo significativo, representando el 58% de las reservas globales de divisas según el FMI. Sin embargo, los países BRIC, respaldados por un creciente peso en el PIB mundial, han planteado alternativas, incluyendo un nuevo sistema de pagos propuesto por Rusia para eludir sanciones internacionales.
Trump también reiteró que no permitirá que la alianza BRIC amenace la posición del dólar, calificando como “un gran error” las recientes declaraciones del presidente ruso Vladimir Putin, quien acusó a EE. UU. de usar el dólar como un “arma”. Putin, en octubre, subrayó la necesidad de alternativas al sistema financiero estadounidense tras las sanciones impuestas a Rusia.
Esta amenaza arancelaria se suma a las medidas propuestas previamente por Trump, incluyendo un gravamen del 25% a las importaciones de México y Canadá, así como un 10% adicional a los bienes provenientes de China. Aunque la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y el primer ministro canadiense Justin Trudeau han intentado mitigar las tensiones comerciales, Trump no ha ofrecido garantías de retroceder en sus políticas proteccionistas.
Analistas coinciden en que, pese a los esfuerzos del BRIC, el liderazgo global del dólar no enfrenta riesgos inmediatos. Modelos del Atlantic Council confirman que la moneda estadounidense sigue siendo dominante a corto y mediano plazo, consolidando su posición como principal reserva global.