El triunfo electoral de Donald Trump ha magnificado la influencia de Elon Musk, quien se ha autodenominado “primer amigo” del presidente electo tras aportar $200 millones a su campaña. Este nuevo poder ha generado preocupación entre sus rivales, especialmente Sam Altman, CEO de OpenAI, quien enfrenta ataques legales y personales de Musk, intensificados desde las elecciones.
La relación entre Musk y Altman, cofundadores de OpenAI, se ha deteriorado drásticamente. Musk acusa a Altman de haber traicionado la misión sin fines de lucro de la compañía al convertirla en una empresa con fines de lucro. Aunque ambos intentaron mejorar su relación en marzo, sin embargo, los ataques de Musk en redes sociales han aumentado las tensiones.
“No confío en OpenAI. No confío en Sam Altman. Y no creo que debamos tener la IA más poderosa del mundo controlada por alguien que no es confiable”, afirmó el multimillonario Elon Musk a Tucker Carlson durante una entrevista en octubre pasado.
Musk ahora ejerce una influencia significativa en la administración entrante de Trump, presionando en áreas clave como la regulación de inteligencia artificial y el control de rivales. Su cercanía al poder incluye asesorar al presidente en temas tecnológicos y promover a aliados para puestos estratégicos, como la Comisión Federal de Comunicaciones.
Rivales como Altman, Bezos y Zuckerberg enfrentan desafíos adicionales con Musk en esta nueva posición. Mientras Altman busca apoyo político y destaca las inversiones de OpenAI en EE. UU., Musk avanza con xAI, su empresa de inteligencia artificial rival, beneficiándose de su cercanía con la Casa Blanca.
El panorama tecnológico parece alinearse bajo el poder de Musk, quien no oculta su disposición a generar conflictos con antiguos aliados y rivales. Con un Trump en el poder y Musk a su lado, las dinámicas empresariales en tecnología e IA podrían estar en juego, dejando a muchos ejecutivos incómodos ante un escenario de favoritismo político y competencia desigual.
Al igual que Donald Trump, Elon Musk parece no olvidar a sus “enemigos” y a lo largo del tiempo ha lanzado en redes sociales una gran variedad de comentarios insultantes hacia sus famosos rivales, como Bill Gates, Mark Zuckerberg o Mark Cuban.