Rupert Murdoch no logró su objetivo de modificar el fideicomiso familiar para otorgar el control de sus activos mediáticos a su hijo mayor, Lachlan Murdoch. Un comisionado de sucesiones de Nevada rechazó su petición, manteniendo el plan original de dividir el control entre sus cuatro hijos: James, Elisabeth, Prudence y Lachlan.
Murdoch, de 93 años, buscaba asegurar la sucesión directa a Lachlan para mantener la estabilidad de su conglomerado mediático, que incluye participaciones con derecho a voto en News Corp y Fox Corp. Sin embargo, sus otros tres hijos se opusieron al cambio, argumentando que les privaría del poder de decisión sobre el imperio familiar.
El fallo, emitido recientemente, puede ser apelado por Murdoch ante un juez de sucesiones. De no proceder con la apelación, el control de los activos familiares se repartirá equitativamente entre los cuatro hermanos tras la muerte del magnate.
En una declaración, representantes de James, Elisabeth y Prudence celebraron la decisión, expresando su esperanza de fortalecer los lazos familiares después de años de disputas. Por su parte, Adam Streisand, abogado de Murdoch, confirmó la intención de apelar el fallo.
La disputa familiar, que salió a la luz durante un juicio secreto en Reno, Nevada, refleja las tensiones internas en torno al futuro del imperio mediático. La decisión final podría definir el destino de las empresas familiares en los próximos años.