El asesinato del teniente general Igor Kirillov, jefe de las Tropas de Protección Nuclear, Biológica y Química de Rusia, ha generado una serie de reacciones por parte de miembros del gobierno ruso, más si se tiene en cuenta que es el más alto funcionario asesinado en medio de la guerra con Ucrania.
Dmitri Medvédev, expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, emitió fuertes declaraciones en respuesta a un editorial del diario británico The Times, que calificó el asesinato de Kirillov como un acto legítimo. Medvédev afirmó que los periodistas de dicho medio se han convertido en “objetivos militares legítimos” por su postura, advirtiendo que “en Londres todo puede pasar”. Estas declaraciones han sido condenadas por el gobierno británico, que defiende la libertad de prensa y rechaza cualquier amenaza contra periodistas.
Barron’s.
El presidente Vladimir Putin, en una conversación telefónica con su homólogo uzbeko, Shavkat Mirziyoyev, abordó la cooperación en la lucha contra el terrorismo tras el atentado que cobró la vida de Kirillov y su asistente en Moscú. Mirziyoyev expresó sus condolencias a Putin por la pérdida. El Kremlin informó que ambos líderes destacaron la importancia de fortalecer la colaboración entre sus servicios de seguridad para prevenir futuros actos terroristas.
Reuters
Durante su acostumbrada intervención en televisión estatal, Putin abordó gran variedad de temas este jueves y pareció reconocer las deficiencias internas, apenas unos días después del asesinato por parte del gobierno de Ucrania, de Igor Kirillov, quien fue víctima de un atentado con bomba en plena capital rusa.
“Nuestros servicios especiales no han podido dar con estos objetivos. Han pasado por alto estos objetivos. Eso significa que tenemos que mejorar este trabajo. No debemos permitir que se cometan errores tan graves”, dijo Putin.
En cuanto a las investigaciones, las autoridades rusas han detenido a un sospechoso identificado como Akhmad Kurbanov, un ciudadano uzbeko de 29 años. Según el Servicio Federal de Seguridad (FSB), Kurbanov confesó haber colocado y detonado la bomba que mató a Kirillov, actuando bajo las órdenes de los servicios de inteligencia ucranianos. El FSB y los servicios de seguridad de Uzbekistán están colaborando para identificar a posibles cómplices en el ataque.