Donald Trump ha vuelto a sacudir el tablero del comercio mundial con una serie de aranceles que podrían generar una guerra económica a gran escala. Desde la Casa Blanca, anunció que a partir del 18 de febrero impondrá tarifas al petróleo y gas importado, además de gravar productos de la Unión Europea. En el ojo del huracán también están México y Canadá, dos socios clave que podrían recibir aranceles del 25%.
Un Golpe a la Energía y la Industria
La decisión de Trump de imponer aranceles al petróleo y gas no especifica qué países serán los más afectados, pero la tensión con Canadá y México sugiere que podrían estar en la mira. Aunque insinuó que reduciría la tarifa del crudo canadiense al 10%, el impacto en el comercio energético sigue siendo incierto.
El expresidente justificó los nuevos aranceles como una forma de frenar la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo, responsabilizando a México y Canadá de no hacer lo suficiente. Sin embargo, esta medida amenaza con desestabilizar la relación comercial entre los tres países, cuyas economías han estado entrelazadas desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su sucesor, el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC).
Las reacciones no se hicieron esperar. Canadá prometió una respuesta “contundente pero razonable”, mientras que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que su país tiene estrategias preparadas para contrarrestar los efectos de los aranceles.
Europa, el Siguiente Objetivo
La Unión Europea tampoco se salva de la ofensiva comercial de Trump. “Definitivamente les vamos a imponer aranceles”, declaró, asegurando que el bloque ha tratado “horriblemente” a Estados Unidos al restringir la entrada de productos agrícolas y automóviles.
Durante su primer mandato, Trump ya había aplicado aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio europeos. Ahora, promete ir más allá con gravámenes a semiconductores, productos farmacéuticos y más metales. Esta nueva ola de restricciones amenaza con desatar represalias desde Bruselas, lo que elevaría aún más la tensión en los mercados internacionales.
El déficit comercial con la UE ha sido una constante preocupación para Trump, y con un superávit europeo de más de $522,000 millones en 2023, el expresidente parece decidido a equilibrar la balanza a toda costa.
Trump y Venezuela: Sanciones en la Mesa
En un movimiento que revive la política de sanciones contra Venezuela, Trump aseguró que no permitirá la compra de petróleo al régimen de Nicolás Maduro, criticando a Biden por haber flexibilizado restricciones.
Además, confirmó el envío de su enviado especial, Richard Grenell, a Caracas para discutir la deportación de migrantes y la liberación de prisioneros estadounidenses. La Casa Blanca insistió en que este encuentro no representa un reconocimiento oficial de Maduro, pero la presión sobre Venezuela parece estar nuevamente en ascenso.
Un Escenario de Máxima Tensión
Con aliados en pie de guerra, socios comerciales indignados y una estrategia económica que podría desestabilizar mercados, Trump ha puesto en marcha un plan que promete tener repercusiones globales.
¿Responderán la UE, México y Canadá con la misma dureza? ¿Cómo impactará esta decisión en la economía estadounidense? El mundo observa con atención mientras Trump mueve sus fichas en un juego de alto riesgo.