La comunidad latina en Estados Unidos ha lanzado un boicot masivo contra icónicas marcas estadounidenses. Este movimiento, conocido como “Freeze Latino Movement”, busca protestar contra las políticas migratorias y comerciales implementadas por la administración del presidente Donald Trump.
El “Freeze Latino Movement” insta a los latinos a limitar sus compras a lo esencial, como alimentos y renta, y a evitar consumir en grandes cadenas como Walmart, Costo, Target , Coca Cola y Tesla, a las que acusan de alinearse con la política de la actual administración al eliminar programas que afectan a minorías de origen latino.
En redes sociales, especialmente en plataformas como X (anteriormente Twitter) y TikTok, se han viralizado videos que muestran tiendas de Walmart prácticamente vacías, lo que algunos interpretan como una señal de la efectividad del boicot. Usuarios comparten mensajes como: “Ayer fui por mi súper, siempre compraba en Walmart y me fui a Soriana, estaba lleno, compré puras cosas hechas en México. Apoyemos a nuestros latinos”.
Además, se ha reportado que Walmart ha retirado productos mexicanos de sus estantes en Estados Unidos, lo que ha intensificado el llamado al boicot por parte de la comunidad latina.
Este tipo de acciones ya tienen precedentes. En febrero de 2017, durante el primer término presidencial del republicano, la comunidad inmigrante lanzó el movimiento “Un día sin inmigrantes”. A lo largo de todo el país, negocios latinos colocaron carteles en sus puertas anunciando que estaban cerrados en “apoyo a todos los migrantes”.
El “Freeze Latino Movement” busca resaltar la importancia económica de la comunidad latina, que representa el 20% de la población estadounidense y contribuye con 3.7 billones de dólares anuales al Producto Interno Bruto (PIB) del país. Al optar por realizar sus compras exclusivamente en negocios locales y emprendimientos de latinos, los participantes buscan enviar un mensaje contundente al gobierno de Trump sobre las repercusiones de sus políticas.
Este boicot no solo evidencia el descontento de la comunidad latina, sino que también subraya su capacidad para influir en la economía estadounidense. Las próximas semanas serán cruciales para observar el impacto real de esta iniciativa y si las corporaciones afectadas responderán a las demandas de esta poderosa comunidad.