Drew Brees, exmariscal de campo de los New Orleans Saints, ha vuelto a ser el centro de atención tras insinuar su regreso a las transmisiones de la NFL. En una reciente entrevista, el legendario quarterback reveló que ya ha tenido conversaciones con empresas de medios para incorporarse como analista de juegos. Su breve paso por NBC Sports en 2020 no cumplió con las expectativas, pero ahora parece listo para un regreso con más protagonismo, siguiendo los pasos de figuras como Tom Brady y Tony Romo.
“Me encanta la transmisión porque jugar en la posición de mariscal de campo durante 20 años te da una perspectiva única”, declaró Brees en Radio Row en Nueva Orleans, previo al Super Bowl. Aunque evitó confirmar negociaciones concretas, sus respuestas ambiguas dejaron abierta la posibilidad de que su regreso ocurra la próxima temporada.
Mientras tanto, el Super Bowl LIX se prepara para un choque entre dos equipos valuados en miles de millones de dólares. Los Kansas City Chiefs, campeones defensores, tienen un valor estimado de $4,850 millones, mientras que los Philadelphia Eagles alcanzan los $6,600 millones en 2024, según Forbes. Ambas franquicias han experimentado un crecimiento exponencial en su valor en los últimos años, reflejando la constante expansión económica de la NFL.
El encuentro, que se llevará a cabo en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, podría significar el cuarto título de Super Bowl para los Chiefs o el segundo para los Eagles. Además, una victoria de Kansas City marcaría un hito en la historia del fútbol americano, consolidando una de las dinastías más dominantes de la liga.
Con millones de espectadores esperando el enfrentamiento y la posibilidad del regreso de Brees a la televisión, la NFL sigue demostrando que es más que un deporte: es un fenómeno global multimillonario en constante evolución.