El Super Bowl LIX, que enfrenta a los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles, no solo es el evento deportivo más esperado del año, sino también una máquina de generar cifras multimillonarias que dejan boquiabierto a cualquiera.
Boletos que rompen el banco
Aunque los precios de las entradas han experimentado una caída reciente, aún se mantienen en cifras astronómicas. Según StubHub, el boleto más económico se encuentra en $3,229, mientras que los más exclusivos pueden alcanzar hasta $30,000. Además, las suites de lujo en el Caesars Superdome oscilan entre $750,000 y $2 millones, ofreciendo experiencias VIP con todas las comodidades imaginables.
Publicidad: el oro de medio minuto
Las marcas están dispuestas a desembolsar sumas colosales por un espacio publicitario de 30 segundos durante el juego. Este año, el costo ha alcanzado un récord de $8 millones por anuncio, superando los $7 millones del año anterior. Empresas como Uber Eats, Meta y Taco Bell ya han asegurado su presencia en este codiciado espacio televisivo.
Apuestas que baten récords
Se estima que alrededor del 20% de los adultos en Estados Unidos apostarán aproximadamente $23,100 millones en este Super Bowl, una cifra sin precedentes. La legalización de las apuestas deportivas en más de 30 estados ha impulsado este auge, con apuestas que van desde el resultado del partido hasta detalles tan curiosos como el color del Gatorade que se derramará sobre el entrenador ganador.
Consumo desmedido: las alitas reinan
El día del Super Bowl, se espera que los estadounidenses consuman un récord de 1.47 mil millones de alitas de pollo, un aumento de 1.5% respecto al año anterior. Esto equivale a casi cuatro alitas por cada habitante del país, consolidando este platillo como el favorito indiscutible de la jornada.
En resumen, el Super Bowl LIX no solo promete emociones en el campo, sino que también mueve cifras que reflejan su gigantesco impacto económico y cultural en la sociedad estadounidense.