Restaurant Brands International sorprendió al mercado con un crecimiento del 2.5% en ventas en tiendas comparables, impulsado por el sólido desempeño de Burger King y Popeyes.
“Si comparamos con todos nuestros grandes pares tradicionales de comida rápida, esta cifra representa un desempeño superior bastante bueno”, destacó Josh Kobza, CEO de la compañía, en declaraciones a CNBC.
Los resultados superaron las expectativas de Wall Street: ganancias por acción de 81 centavos, frente a los 79 centavos previstos, y ingresos de $2,300 millones, superando los $2,270 millones estimados. Sin embargo, el ingreso neto cayó a $361 millones, una fuerte baja respecto a los $726 millones del año anterior, debido a costos de reestructuración.
Mientras McDonald’s sufría una caída del 1.4% en sus ventas por un brote de E. coli y KFC registraba una alarmante baja del 5% en Estados Unidos, Burger King logró un crecimiento del 1.5%, superando el 0.8% proyectado. Tom Curtis, presidente de Burger King en EE.UU., atribuyó el éxito a su promoción de la Whopper del millón de dólares, que permitió vender un millón de hamburguesas a solo $1, y a su menú temático de La Familia Addams para Halloween.
Popeyes también mostró signos de recuperación, con un aumento del 0.1% en ventas, revirtiendo la tendencia negativa del trimestre anterior. “Introdujimos algunas ofertas de valor realmente atractivas, y eso ayudó a nuestro desempeño en ventas y tráfico”, explicó Kobza.
Tim Hortons, también perteneciende al grupo Restaurant Brands, creció un 2.5% en ventas, con un notable incremento en la demanda de sus sándwiches y wraps de desayuno, además de un 6% en bebidas frías, impulsado por temperaturas inusualmente cálidas.
De cara a 2025, Restaurant Brands seguirá expandiéndose, con 1,055 nuevos restaurantes y una inversión de entre $400 y $450 millones en remodelaciones y aperturas. ¿Seguirá la racha alcista de Burger King y Popeyes o el mercado de comida rápida enfrentará más desafíos?