Los estadounidenses siguen acumulando deuda con tarjetas de crédito, alcanzando un saldo total de $1.21 billones, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. A nivel individual, el saldo promedio por consumidor subió a $6,580, un 3.5% más que el año anterior, según TransUnion.
Pese a este aumento, la velocidad del endeudamiento se ha desacelerado. “Los consumidores siguen utilizando sus tarjetas de crédito, pero el monto que utilizan parece estar disminuyendo”, afirmó Charlie Wise, vicepresidente sénior de TransUnion.
¿La inflación bajo control?
Desde la pandemia, el aumento de precios y las altas tasas de interés han afectado a los hogares. Aunque la inflación ha bajado del 9,1% en junio de 2022 al 3% en enero de 2025, sigue por encima del 2% que busca la Reserva Federal.
El banco central recortó su tasa de referencia un punto porcentual en 2024, pero evalúa su impacto antes de más ajustes. “Estamos viendo una menor dependencia de las tarjetas de crédito para llegar a fin de mes”, explicó Wise.
Menos morosidad: una buena señal
Por primera vez desde 2020, las tasas de morosidad en tarjetas de crédito—cuentas con pagos atrasados por más de 90 días—han disminuido. “Esta es una buena señal”, destacó Wise.
Sin embargo, la estabilidad sigue siendo frágil. “Muchos estadounidenses están a solo una pérdida de empleo, una emergencia médica o un imprevisto financiero de caer en serios problemas”, advirtió Matt Schulz, analista de LendingTree.
¿Cómo salir de la deuda de tarjetas de crédito?
Las tarjetas de crédito siguen siendo una forma costosa de financiamiento, con tasas de interés superiores al 20%, acercándose a un récord histórico.
Schulz recomienda actuar sin esperar más recortes de tasas:
✅ Negociar una tasa más baja con el emisor de la tarjeta.
✅ Optar por una tarjeta de transferencia de saldo con 0% de interés.
✅ Consolidar la deuda con un préstamo personal.
✅ Consultar con un asesor financiero si la situación es crítica.
“No hacer nada no es una opción. Solo empeorará las cosas”, advirtió Schulz.
A pesar de los desafíos, el menor uso del crédito y la reducción de la morosidad sugieren que los consumidores están manejando mejor sus finanzas.