El panorama político en Canadá ha dado un giro inesperado. Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, ha sido elegido como el nuevo líder del Partido Liberal, por tanto, reemplazará al actual primer ministro Justin Trudeau.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha alterado las predicciones electorales. Los recientes aranceles del 25% impuestos por Trump a Canadá han golpeado la economía canadiense, generando preocupación en el país. Además, las insinuaciones del expresidente sobre anexar Canadá como el estado número 51 han generado alarma entre los líderes políticos.
“Los estadounidenses quieren nuestros recursos, nuestra agua, nuestra tierra, nuestro país”, advirtió Carney tras su victoria. “En el comercio, como en el hockey, Canadá ganará”.
Un liberal inesperado y una elección repentina
Carney se ha posicionado como el líder que podría frenar el avance del Partido Conservador de Pierre Poilievre, que hasta hace unas semanas se perfilaba como el gran favorito para ganar las elecciones. Sin embargo, con la salida de Trudeau y la agresiva postura de Trump, el escenario ha cambiado.
Trump, el factor decisivo en la política canadiense
Las amenazas comerciales de Trump y su postura hostil han obligado a Poilievre a modificar su estrategia, pasando de criticar la gestión económica de Trudeau a prometer que defenderá la soberanía de Canadá. “Nunca seremos el estado número 51”, aseguró Poilievre ante miles de seguidores.
Entretanto, Carney ha prometido reducir impuestos a la clase media y frenar el gasto público, distanciándose del legado de Trudeau. Sin embargo, sus críticos señalan que nunca ha competido en una elección y tendrá que demostrar que puede soportar la presión de una campaña.
Con un panorama electoral impredecible, Canadá se encamina a una contienda histórica con su vecino, donde la economía, la soberanía y la relación con Trump serán los temas centrales.