PepsiCo ha anunciado la adquisición de la marca de refrescos prebióticos Poppi por $1,950 millones, en un movimiento estratégico para capitalizar la creciente popularidad de las bebidas funcionales. Este acuerdo, que incluye $300 millones en beneficios fiscales anticipados, deja el costo neto de compra en $1,650 millones.
El mercado de las gaseosas tradicionales ha ido en declive en EE.UU. durante las últimas dos décadas, pero marcas como Poppi y Olipop han revolucionado la industria al ofrecer bebidas con ingredientes funcionales como vinagre de sidra de manzana y prebióticos. PepsiCo, que inicialmente había planeado lanzar su propia línea de refrescos funcionales bajo la marca Soulboost, optó por cancelar el proyecto y apostar por Poppi.
Poppi, fundada en 2018 por Allison y Stephen Ellsworth, superó los $100 millones en ventas anuales en 2023 y ha ganado gran visibilidad con su presencia en dos Super Bowls consecutivos. Sin embargo, la marca también ha enfrentado controversias, incluyendo una demanda colectiva por supuestas afirmaciones engañosas sobre los beneficios de sus productos. El caso está en proceso de acuerdo por $8.9 millones.
El auge de los refrescos prebióticos no ha pasado desapercibido para Coca-Cola, que recientemente lanzó Simply Pop para competir en este segmento. Mientras tanto, Olipop, el mayor rival de Poppi, fue valorado en $1,850 millones en su última ronda de financiación en febrero, reflejando el potencial de este mercado en ascenso.
Poppi es una marca de refrescos prebióticos fundada en 2018 por Allison y Stephen Ellsworth. Sus bebidas combinan vinagre de sidra de manzana, prebióticos y solo cinco gramos de azúcar, ofreciendo una alternativa más saludable a los refrescos tradicionales.
La icónica marca está tratando de llegar a un segmento saludable que había perdido al no ofrecer alternativas y por ahora seguirá vendiendo sus refrescos tradicionales cuyos efectos adversos sobre la salud son bien conocidos, sin embargo, su consumo se mantiene fuerte en economías emergentes, como es el caso de México, una de las naciones con mayor índice de diabetes del planeta.