El legendario inversor Warren Buffett sigue inclinando la balanza de sus inversiones hacia Japón, mientras reduce su exposición a empresas estadounidenses. Su holding, Berkshire Hathaway, ha incrementado su participación en cinco casas comerciales japonesas—Itochu, Marubeni, Mitsubishi, Mitsui y Sumitomo—alcanzando niveles de entre 8.5% y 9.8%, según documentos regulatorios recientes.
Buffett, conocido como el “Oráculo de Omaha”, ha dejado claro en su carta anual de 2024 que su compromiso con estas inversiones es a largo plazo. Incluso ha acordado con las compañías superar el límite inicial del 10%. Estas firmas, las mayores “sogo shosha” de Japón, operan en diversos sectores dentro y fuera del país, un modelo de negocio que Buffett ha comparado con el de Berkshire Hathaway.
La estrategia del inversor incluye protegerse contra fluctuaciones cambiarias mediante la venta de deuda japonesa, obteniendo así ganancias entre los dividendos y los pagos de bonos. A finales de 2024, sus participaciones en Japón tenían un valor de mercado de $23,500 millones, con un costo inicial de $13,800 millones.
Buffett comenzó a invertir en estas empresas en 2019 y reveló su estrategia en su 90° cumpleaños en 2020. En 2023, viajó a Japón junto a su sucesor designado, Greg Abel, con la intención de mantener estas inversiones “para siempre”. Mientras tanto, sigue reduciendo su cartera en EE.UU., vendiendo más de $134,000 millones en acciones en 2024, con recortes significativos en Apple y Bank of America.