La administración Trump reconoció que deportó por equivocación a Kilmar Abrego García, un padre salvadoreño residente en Maryland, a pesar de que contaba con protección legal contra la deportación a El Salvador. Según documentos oficiales, fue enviado a su país de origen “debido a un error administrativo” y ahora se encuentra bajo custodia en la temida prisión CECOT, sin posibilidad de retorno inmediato a Estados Unidos.
Abrego García recibió en 2019 un estatus especial que impedía su expulsión a El Salvador, luego de que un juez determinara que su vida corría peligro si regresaba. Sin embargo, fue arrestado el pasado 12 de marzo tras salir de su trabajo en construcción. ICE lo incluyó como suplente en un vuelo de deportación y, tras liberar espacio, lo añadió a la lista final sin verificar su estatus actualizado.
Funcionarios justificaron la acción aludiendo a una supuesta afiliación con la pandilla MS-13, aunque su defensa ha negado rotundamente cualquier vínculo y afirma que no hay evidencia. La Casa Blanca se limitó a decir que hay “mucha evidencia”, sin presentar ninguna prueba concreta. Su defensa insiste en que las acusaciones son infundadas y que han sido refutadas en audiencias anteriores.
Jennifer Vásquez Sura, esposa de Abrego García y ciudadana estadounidense, expresó su desesperación en una declaración jurada. La pareja tiene un hijo en común y otros dos hijos de Vásquez Sura, todos con necesidades especiales. “Esto ha sido una pesadilla para mi familia”, escribió. Su hijo, diagnosticado con autismo, ha mostrado signos de angustia tras la desaparición de su padre, buscando su ropa y llorando constantemente.
La familia asegura que la deportación no solo fue injusta, sino traumática. Vásquez Sura relató que recibió una llamada urgente para recoger a su hijo minutos después del arresto. Lo encontró llorando en el auto, aferrado a su padre. “Mis hijos necesitan a su padre”, escribió. “Necesito saber cuándo volverá mi marido a casa”.
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