No hubo tambores ni discursos rimbombantes. Fue apenas un comentario al final de la reunión anual de accionistas, pero bastó para marcar el inicio de una nueva era en uno de los conglomerados más poderosos del mundo.
Warren Buffett, de 94 años, anunció que dejará su cargo como director ejecutivo de Berkshire Hathaway el 1 de enero de 2026. En su lugar, asumirá Greg Abel, actual vicepresidente de operaciones no relacionadas con seguros.
La junta directiva respaldó la decisión con un voto unánime, pero dejó claro que Buffett continuará como presidente. “Creo que podría ser útil en ciertos aspectos, si nos topamos con períodos de gran oportunidad”, afirmó el legendario inversor, insinuando que seguirá interviniendo en decisiones clave, especialmente en adquisiciones.
Abel, de 62 años, ha sido considerado el sucesor desde 2021, pero no se esperaba un anuncio tan directo. Incluso él pareció sorprendido. La continuidad de Buffett como presidente ofrece un grado de estabilidad para los accionistas, especialmente considerando que Berkshire acumula más de $347,000 millones en efectivo, una cifra que le permite actuar con rapidez ante turbulencias del mercado.
Pese al anuncio y a resultados financieros algo débiles, las acciones de Berkshire solo cayeron 2% en la sesión previa al mercado. El viernes, habían cerrado a un máximo histórico, con una capitalización de más de $1,100,000 millones.
La empresa advirtió sobre la incertidumbre que podrían generar los aranceles, pero por ahora, el gigante fundado en 1965 parece mantener el rumbo con firmeza. La sucesión está en marcha, pero el “Oráculo de Omaha” aún no baja del todo el telón.
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