Una calma tensa recorre los pasillos de los condominios de lujo y los barrios residenciales de Miami. No se trata de una simple desaceleración estacional, sino del impacto directo de una política migratoria que ha hecho temblar la base del auge económico del sur de Florida.
El miedo paraliza las decisiones
El endurecimiento migratorio del presidente Donald Trump ha provocado una caída estrepitosa en las ventas de viviendas en Miami, donde más del 50% de la población nació fuera de Estados Unidos.
De acuerdo con Redfin, las ventas han disminuido más de un 17% en el último año, cifra casi seis veces mayor al promedio nacional. Los inmuebles permanecen ahora cerca de 100 días en el mercado, y los alquileres de una habitación se han desplomado un 16%, según Zillow Rentals.
Corredores y agentes coinciden en el origen del miedo: la inestabilidad migratoria. “Algunas personas tienen miedo; quieren comprar o alquilar, pero dicen: ‘¿Cómo puedo hacerlo si no sé si el próximo año o la próxima semana me extenderán la visa?’”, afirmó Maruja Gil, agente inmobiliaria con casi dos décadas en el mercado.
De lujo a abandono
La situación se ha agravado con la eliminación de beneficios como el TPS y la intensificación de las deportaciones. Más de 1,100 inmigrantes han sido arrestados recientemente en Florida bajo cargos de “actividad criminal”, en medio de un contexto donde incluso los compradores legales se sienten inseguros.
Los efectos se perciben desde el lujo hasta el mercado medio. En Brickell, dos tercios de los clientes interesados han cancelado sus operaciones, mientras que inversionistas extranjeros ya exploran Europa o América Latina como alternativa. “Cada vez que Estados Unidos muestra incertidumbre, el resto del mundo se detiene”, explicó Peggy Olin, directora ejecutiva de OneWorld Properties.
Préstamos bloqueados y renta restringida
El golpe no se limita a quienes buscan adquirir propiedades. Arrendadores exigen ahora pruebas de ciudadanía o visas de largo plazo, excluyendo a miles de personas que antes podían alquilar con estatus temporal. Para empeorar el panorama, las hipotecas FHA —clave para los compradores primerizos— han comenzado a restringirse a quienes no tengan ciudadanía o residencia permanente.
“Esto ya está teniendo un impacto”, advirtió Alexander José Gandarilla, consultor hipotecario. “Y el impacto será aún mayor”.
Inversión en retroceso
El crecimiento del empleo también se ha visto afectado, y los salarios apenas aumentaron un 1.2% en marzo, muy por debajo del promedio nacional. Según Chen Zhao, de Redfin, “Estados Unidos podría no ser un lugar muy estable para invertir por el momento”.
La ciudad que una vez fue sinónimo de refugio e inversión hoy se enfrenta a una realidad muy distinta.
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