No hubo señales previas, ni advertencias. Una madre que llevaba más de dos décadas en Estados Unidos fue detenida sin previo aviso en un tribunal de inmigración. La escena, vivida en Atlanta, dejó a su familia en estado de shock. Su único error: un tecnicismo en la documentación, según sus hijas.
El arresto que fracturó a una familia
María Bonilla, originaria de El Salvador, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el 8 de mayo en el Tribunal de Inmigración del centro de Atlanta. Su hija, Magali Bonilla, confirmó que su madre permanece bajo custodia en el Centro de Detención Stewart, uno de los más grandes del país y administrado por la empresa privada CoreCivic.
“Acompañamos a mi madre a todas sus audiencias”, explicó Magali. “Estaba con ella cuando le tomaron las huellas dactilares y el ADN… luego nos separamos”. La detención ocurrió, según la familia, debido a instrucciones confusas de su abogado sobre la presentación del pasaporte. Aunque habían enviado fotos del documento, ICE exigía el original.
Un proceso confuso con consecuencias devastadoras
María había ingresado al país en 2001. “Ella llegó sin saber leer ni escribir, y hasta el día de hoy, no puede hacer ninguna de las dos cosas”, relató su hija. A pesar de haber trabajado en Gold Creek como cortadora de terneros y haber cumplido con las exigencias migratorias durante años, su permanencia legal se vio comprometida.
“Tuvo que confiar en nosotros, en los abogados y en el sistema, pero el sistema la falló”, añadió Magali, quien reveló que otros detenidos han ayudado a su madre a contactar con un abogado debido a su analfabetismo.
La vida en pausa para sus hijos
María es madre de cuatro hijos ciudadanos estadounidenses: Araceli (22), Magali (21), Henrin (17) y Tatiana (15). “Tuve que dejar la escuela para trabajar más y ayudar a mis hermanos menores”, confesó Magali. “Mi hermano se graduó hace poco, pero sin nuestra madre, no lo sentí real”.
Su ausencia no solo ha sido emocional, sino también económica. La familia lanzó una campaña en GoFundMe para cubrir los honorarios legales. La comunidad local ha mostrado su respaldo, pero el daño emocional es irreparable.
Una política que castiga a los más vulnerables
Este caso ocurre en medio de una renovada ofensiva del presidente Donald Trump contra los inmigrantes indocumentados. La Casa Blanca ha calificado como “delincuentes” a quienes permanezcan en el país sin autorización legal, lo que ha elevado el temor entre millones de familias mixtas.
“Nadie debería tener un límite de tiempo para hablar y visitar a su madre”, lamentó Magali. “Verla tras un cristal y hablar por teléfono, como si fuera una criminal, es simplemente desgarrador”.
La historia de María Bonilla expone con crudeza las fallas del sistema migratorio, donde los errores burocráticos pueden destruir años de esfuerzo y separar a familias que solo buscan estabilidad y un futuro mejor.
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