NPR presentó una demanda federal contra el presidente Donald Trump por su orden ejecutiva del 1 de mayo que elimina toda financiación federal destinada a la red de radio pública.
La emisora, junto a tres de sus estaciones afiliadas —Colorado Public Radio, Aspen Public Radio y KSUT Public Radio—, sostiene que la medida atenta directamente contra la Primera Enmienda. “Su objetivo expreso es castigar y controlar la cobertura informativa”, afirman los abogados.
La demanda fue interpuesta en Washington, D.C., y exige que se bloquee permanentemente la orden, declarándola inconstitucional. NPR señala que esta acción “amenaza la existencia de un sistema de radio público del que millones de estadounidenses dependen para obtener noticias e información vitales”.
Según NPR, el 30% de su financiación proviene de cuotas que pagan las estaciones locales con fondos distribuidos por la Corporation for Public Broadcasting (CPB), mientras que solo el 1% llega directamente del gobierno. El 36% restante proviene de patrocinios corporativos. Aun así, la Casa Blanca argumenta que la CPB “está creando medios para apoyar a un partido político en particular con el dinero de los contribuyentes”.
Harrison Fields, portavoz de la Casa Blanca, afirmó que Trump está “ejerciendo su autoridad legal para limitar la financiación a NPR y PBS” y que continuará haciéndolo en nombre del uso eficiente de los recursos públicos.
Pero para NPR, esta no es una cuestión presupuestaria, sino de libertad. “La Orden es una represalia clásica y una discriminación basada en puntos de vista que viola la Primera Enmienda”, concluye la demanda. La Casa Blanca no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
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