Ni los descuentos más agresivos ni las ventas explosivas lograron salvarla. Una de las compañías más estables del comercio minorista estadounidense está enfrentando un escenario desconcertante.
En su más reciente presentación de resultados, Costco superó tanto las expectativas de ingresos como de ganancias. Registró ingresos por $63,210 millones y un beneficio por acción de $4.28, por encima de lo que anticipaban los analistas.
Aun así, sus acciones cayeron levemente, lo que ha desatado interrogantes sobre la percepción del mercado. El ingreso neto alcanzó los $1,900 millones, muy por encima de los $1,680 millones registrados un año antes. Las ventas comparables aumentaron un 8% y las ventas de comercio electrónico crecieron casi un 16%, datos que en otros contextos habrían disparado el valor bursátil.
Una de las principales preocupaciones expuestas por la dirección de Costco fueron los aranceles. A diferencia de otros minoristas, la compañía no ofrece una guía anual, pero sus ejecutivos han reconocido que la política comercial incierta ha significado un desafío.
“Aproximadamente un tercio de nuestras ventas en EE. UU. provienen de productos importados”, afirmó el director financiero Gary Millerchip, quien además detalló que cerca del 8% corresponde a importaciones desde China.
Ron Vachris, CEO de la compañía, aseguró que Costco ha reaccionado de forma proactiva ante el encarecimiento de algunos productos. Se adelantaron pedidos antes de la entrada en vigor de los nuevos aranceles y se redirigieron productos desde mercados menos afectados. La compañía también intensificó la producción de artículos de su marca propia, Kirkland Signature, para compensar aumentos de costos.
“Sentimos que era importante eliminar realmente el impacto para el miembro”, declaró Millerchip. La cadena ha decidido absorber ciertos incrementos para artículos esenciales como piñas, bananas, huevos y aceite de oliva. Pero no todo ha sido contención: el precio de productos menos básicos, como las flores importadas, sí fue ajustado al alza.
Mientras competidores como Ron Vachris, Best Buy y Elf Beauty ya han trasladado los costos al consumidor, Costco intenta resistir. Esta resistencia no es gratuita. Su política de surtido reducido —menos marcas, mayor volumen por ítem— le permite negociar de forma más agresiva con sus proveedores. En palabras de Millerchip, “es un modelo que ofrece eficiencia y flexibilidad al mismo tiempo”.
Curiosamente, esta estrategia de precios conservadora no ha impedido que los inversores reaccionen con cautela. A pesar del sólido desempeño financiero, el valor de las acciones se ha visto afectado durante las últimas semanas. Sin embargo, si se mira de manera más amplia, Costco ha subido aproximadamente un 10% en lo que va del año, muy por encima del alza de menos del 1% registrada por el índice S&P 500 durante el mismo periodo.
El mensaje de Costco parece claro: mientras los aranceles nublan el panorama para el retail, su modelo de negocio sigue ganando terreno, aunque el mercado no siempre lo refleje.
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