El mensaje fue claro y repetido: no habrá recortes inmediatos. Jerome Powell, presidente de la FED, compareció ante el Congreso y decidió mantenerse firme, incluso mientras los mercados y la Casa Blanca claman por tasas más bajas.
La paciencia como estrategia
Durante su intervención ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Powell dejó en claro que la FED no tiene prisa. “Si resulta que las presiones inflacionarias se mantienen contenidas, llegaremos a un punto en el que recortaremos las tasas, más pronto que tarde”, señaló. Pero acto seguido matizó: “No creo que debamos apresurarnos porque la economía sigue fuerte”.
Este enfoque llega justo después de que la FED mantuviera las tasas entre 4.25% y 4.5%. Aunque algunos gobernadores como Christopher Waller y Michelle Bowman dejaron entrever su disposición a un recorte tan pronto como en julio, Powell se mantuvo en la línea de esperar más evidencia económica clara.
Trump en pie de guerra
El presidente Donald Trump no tardó en expresar su descontento. “Jerome Powell, de la FED, llegará tarde hoy al Congreso para explicar, entre otras cosas, por qué se niega a bajar la tasa”, escribió en redes sociales. Y remató: “Espero que el Congreso de verdad logre convencer a este estúpido y testarudo. Pagaremos por su incompetencia durante muchos años”.
Trump ha insistido en que las tasas altas encarecen el endeudamiento federal y frenan el crecimiento económico, especialmente en medio de su agresiva política arancelaria. Pero para Powell, los aranceles son precisamente una razón para actuar con cautela. “Los efectos de los aranceles dependerán, entre otras cosas, de su nivel final”, advirtió.
Inflación, aranceles y datos mixtos
Powell reconoció que los datos recientes avalan un posible recorte, pero recordó que son indicadores pasados y que el impacto completo de los aranceles aún no se ha reflejado. “No podemos ignorarlo”, declaró. La FED prevé que los aranceles podrían generar aumentos temporales de precios y afectar la actividad económica.
Aun así, Powell también admitió que “estamos totalmente abiertos a la idea de que la transferencia sea menor de lo que creemos y, de ser así, eso influirá en nuestra política”.
Los analistas de Evercore ISI señalaron que septiembre podría ser la fecha clave para un recorte. “Su testimonio continúa apuntando a septiembre como el próximo punto de decisión”, indicaron en una nota a clientes.
Mercados atentos a cada palabra
Durante la comparecencia, los rendimientos de los bonos del Tesoro y el valor del dólar cayeron ligeramente. Esto reflejó un aumento en las expectativas de que haya al menos dos recortes de tasas antes de fin de año. La confianza del consumidor también mostró una caída en junio, lo que reforzó las previsiones de alivio monetario.
Powell reiteró que la inflación sigue por encima del objetivo del 2% de la FED, aunque muy por debajo de los máximos de 2022. “No hemos restablecido por completo la estabilidad de precios”, enfatizó. Si hay un nuevo repunte sostenido de la inflación, la FED actuará con cautela.
La próxima audiencia de Powell será ante el Comité Bancario del Senado, donde se espera que mantenga su postura: firme, prudente y ajena al ruido político.
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