El silencio de Elon Musk duró poco. Y cuando habló, lo hizo con fuego. Sus palabras no solo sacudieron a la clase política, también encendieron las redes y reavivaron las divisiones internas del Partido Republicano. El magnate no está dispuesto a permitir que el proyecto de ley fiscal de Donald Trump avance sin consecuencias.
Una ofensiva pública sin filtros
A través de su plataforma X, el CEO de Tesla y SpaceX arremetió contra el paquete legislativo que el presidente Trump impulsa con urgencia en el Congreso. Musk lo calificó como “proyecto de ley de ESCLAVITUD DE LA DEUDA” y aseguró que los republicanos que lo respalden enfrentarán su venganza política.
“¡Todo congresista que hizo campaña a favor de reducir el gasto público y luego votó inmediatamente a favor del mayor aumento de deuda de la historia debería estar avergonzado!”, escribió. “Y perderán sus primarias el año que viene aunque sea lo último que haga en esta Tierra”.
Con estas declaraciones, Musk se posicionó como un opositor frontal al megaproyecto “gran y hermoso proyecto de ley”, que contempla aumentos del techo de la deuda por hasta $5 billones, recortes a los créditos de energía limpia y nuevos incentivos para el carbón.
Impacto legislativo y cálculo electoral
Mientras el Senado sigue debatiendo enmiendas al proyecto, Musk enfoca su presión en la Cámara de Representantes, donde los legisladores enfrentan elecciones cada dos años. “Es obvio con el gasto demencial de este proyecto de ley, que aumenta el techo de la deuda en un récord de CINCO BILLONES DE DÓLARES, que vivimos en un país de partido único: ¡el PARTIDO DEL CERDO CERDITO!”, afirmó.
La postura de Musk no es sólo ideológica. Tesla, a través de su división energética, depende de los subsidios a la energía solar que desaparecerían en 2027 si el proyecto se convierte en ley. Esto podría explicar el rechazo frontal del empresario.
Ataques directos y llamados a una nueva fuerza política
Musk no se limitó a críticas generales. Llamó directamente por su nombre a Andy Harris, de Maryland, y Chip Roy, de Texas, ambos miembros del Freedom Caucus, por no oponerse al proyecto.
“¿Cómo pueden llamarse Caucus de la Libertad si votan por un proyecto de ley de ESCLAVITUD POR DEUDA con el mayor aumento del límite de deuda de la historia?”, escribió, etiquetando sus perfiles personales.
En un giro más disruptivo, Musk planteó: “Es hora de un nuevo partido político que realmente se preocupe por la gente”. Con esta declaración, el empresario más poderoso del país no solo se distancia del oficialismo republicano: está insinuando una reorganización total del mapa político de cara a 2026. Y promete respaldarla con dinero. Mucho dinero.
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