Apple demandó a Di Liu, quien trabajó entre 2017 y 2024 como ingeniero de diseño en el proyecto Vision Pro, por supuestamente robar “miles de documentos” antes de incorporarse a Snap. Según la demanda presentada en California el 24 de junio, Liu descargó archivos desde su laptop de trabajo hacia cuentas personales en la nube, aprovechando el periodo de transición que Apple concede normalmente a quienes dejan la empresa.
Los abogados de Apple aseguran que Liu no informó sobre su contratación en Snap al momento de su salida, lo cual le permitió mantener el acceso a sistemas internos. “Usó sus credenciales de Apple para exfiltrar miles de documentos que contenían información patentada”, escribieron en la denuncia. Los archivos incluían nombres en clave, detalles de diseño, tecnología y hasta información sobre la cadena de suministro de la empresa.
Aunque Snap no está siendo demandada, Apple advierte que Liu podría utilizar esta información confidencial en su nuevo rol como ingeniero de diseño de productos en una empresa que también desarrolla tecnología de realidad aumentada. “La superposición entre la información de propiedad exclusiva de Apple que el Sr. Liu conservó y los productos de realidad aumentada de Snap sugiere que el Sr. Liu pretende usar la información… en Snap”, se lee en el documento.
Snap, por su parte, respondió rápidamente: “No tenemos motivos para creer que [las acusaciones] estén relacionadas con el empleo o la conducta de este individuo en Snap”.
Apple ha solicitado a la corte que Liu permita una revisión forense de sus dispositivos para asegurar que todo el material sensible sea eliminado y también exige compensaciones por los daños.
Este no es un caso aislado. Apple ya ha enfrentado otras filtraciones de empleados. En 2022, Simon Lancaster llegó a un acuerdo con la empresa tras filtrar datos a un periodista. En 2024, Andrew Aude fue acusado por divulgar información a los medios, aunque el caso fue cerrado tras su disculpa. Además, tres exempleados fueron arrestados por entregar secretos a entidades vinculadas a China; uno ya fue condenado, y dos más siguen procesados.
La cultura de secretismo en Apple es legendaria, y este nuevo episodio solo reafirma su determinación de perseguir con rigor cualquier fuga interna.
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