Mientras el mercado cerraba la semana con señales mixtas, una figura clave del sistema financiero de Estados Unidos hizo una revelación inesperada. Christopher Waller, actual gobernador de la Reserva Federal, declaró abiertamente que aceptaría el cargo de presidente del banco central si se le ofreciera. La afirmación llega en medio de una creciente presión desde la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump ha expresado su insatisfacción con Jerome Powell y su política de tasas, a pesar de haber descartado por ahora su destitución.
“Si se presentara la oportunidad, la tomaría”, dijo Waller, quien además reiteró su apoyo a un recorte de tasas este mismo mes. La declaración no solo añade tensión política, sino que coincide con la proximidad de la decisión sobre tipos que la Fed tomará entre el 29 y 30 de julio. Aunque los mercados no anticipan un recorte inmediato, las señales desde Washington podrían alterar esa expectativa.
El Nasdaq Composite marcó el viernes su undécimo récord histórico del año, subiendo levemente pese al retroceso del Dow Jones, que cayó 0.5%. American Express y 3M decepcionaron con sus informes, cayendo 2.3% y 3.7%, respectivamente. Netflix también perdió terreno, bajando 5% tras elevar su previsión anual.
El bitcoin retrocedió 1.3%, situándose en $117,411, justo el día en que Trump firmó la Ley Genius, que reorganiza el marco regulatorio de las criptomonedas. Por su parte, Chevron y Exxon bajaron tras disputas por la compra de Hess por $53,000 millones.
La atención del mercado ahora se centra en los informes de Tesla y Alphabet, así como en el próximo discurso de Powell, el último antes de que la Fed tome una de sus decisiones más observadas del año.
¿Qué esperar para la semana del 21 de julio?
La semana del 21 de julio podría mostrar un comportamiento mixto en Wall Street. Por un lado, el impulso generado por los sólidos reportes trimestrales continuará respaldando al S&P 500 y al Nasdaq, especialmente si Tesla y Alphabet baten expectativas.
Existe un ambiente de cautela: el vencimiento de la suspensión de aranceles el 1 de agosto podría empezar a pesar en el ánimo inversor, especialmente en sectores sensibles al comercio internacional. La estacionalidad desfavorable de finales de julio también podría frenar los avances. Aunque las recompras de acciones ayudan a sostener los precios, los operadores más técnicos podrían reducir su exposición si aumenta la volatilidad.
En conjunto, se espera una semana positiva pero con potenciales sobresaltos, la mayoría relacionados con los acostumbrados girós en la política comercial del presidente Trump.
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