¿Elon Musk perdió el rumbo? Las acciones de Tesla se desplomaron un 9% este jueves, arrastradas por un segundo trimestre consecutivo con ventas en descenso, una creciente presión competitiva en Europa y Asia, y un mensaje sombrío desde la propia dirección. A pesar del prestigio que rodea a la marca, el mercado reaccionó con dureza ante la falta de señales de recuperación inmediata.
El negocio automotriz retrocede y el futuro es incierto
El reporte financiero mostró una contracción del 16% en los ingresos por ventas de vehículos, con un total de $16,700 millones, muy por debajo de los $19,900 millones del mismo trimestre del año anterior. A nivel general, los ingresos de Tesla cayeron 12%, alcanzando $22,500 millones frente a los $25,500 millones de 2024, y tampoco cumplieron las expectativas de Wall Street, que anticipaba $22,740 millones según LSEG.
Durante la presentación ante analistas, Elon Musk reconoció que “podríamos tener algunos trimestres difíciles”, en referencia a la eliminación del crédito fiscal federal de $7,500 para autos eléctricos, prevista para septiembre. El director financiero, Vaibhav Taneja, advirtió que este recorte afectará directamente la competitividad de Tesla en EE. UU.
El panorama se complica aún más con el descenso del 14% en las entregas de vehículos, que apenas llegaron a 384,000 unidades. En Europa, las matriculaciones también cayeron en junio, evidenciando el impacto de los fabricantes chinos que ofrecen modelos más baratos.
Tensión política, modelo económico estancado y falta de dirección
Más allá de lo operativo, los inversionistas están atentos a las acciones políticas de Musk, quien ha tomado un rol protagónico liderando el Departamento de Eficiencia Gubernamental bajo Donald Trump, desmantelando agencias reguladoras clave. Además, su respaldo al partido ultraderechista alemán AfD ha generado fuertes críticas.
La incertidumbre aumentó tras conocerse que Tesla no ofreció ninguna guía de desempeño para el resto de 2025. Según Seth Goldstein, analista de Morningstar, esto sugiere que la compañía ya no proyecta crecimiento en entregas. “La gerencia inicialmente previó un crecimiento de las entregas en 2025. Interpretamos la ausencia de pronóstico como una señal de que la gerencia ya no prevé un crecimiento del volumen”, afirmó.
Para intentar revertir la tendencia, Tesla inició en junio la producción limitada de un modelo más económico, con la promesa de escalar la fabricación en el segundo semestre. Sin embargo, el mercado espera más que promesas.
Con una caída acumulada del 25% en 2025, Tesla es actualmente la acción con peor rendimiento entre las megacapitalizaciones tecnológicas. La falta de estrategia clara, la presión regulatoria y los conflictos geopolíticos protagonizados por Musk siguen siendo factores que agitan las dudas en torno al futuro de la empresa.
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