El luchador que llevó la WWE al estrellato mundial deja un legado deportivo, mediático y económico que marcó generaciones
Su bigote rubio, su banda en la cabeza y la frase “Whatcha gonna do, brother?” se convirtieron en símbolos culturales desde los años 80. Hulk Hogan no solo fue una superestrella de la lucha libre, sino un fenómeno mediático que transformó la WWE (entonces WWF) en una plataforma global. Su figura trascendió los cuadriláteros con apariciones en cine, televisión y merchandising, convirtiéndolo en uno de los rostros más reconocibles del entretenimiento deportivo en el mundo.
Este jueves por la mañana, se confirmó el fallecimiento de Hogan, cuyo nombre real era Terry Gene Bollea. Según los primeros reportes, fue hallado sin vida en su residencia de Clearwater, Florida. Aunque aún no se ha emitido una causa oficial de muerte, se sabe que en los últimos años enfrentó diversos problemas de salud, incluyendo complicaciones de espalda y una reducción significativa de movilidad. La policía y los bomberos acudieron al domicilio del luchador tras el reporte de un individuo que había sufrido un paro cardíaco. Fue atendido por los bomberos y rescatistas y posteriormente trasladado al Hospital Morton Plant, donde fue declarado muerto.
En meses recientes, Hogan había tenido apariciones públicas limitadas, pero seguía siendo activo en redes sociales, donde compartía mensajes motivacionales y recuerdos de su carrera.
La última vez que se le vio en público fue en mayo de este año, lanzando Real American Freestyle, una liga de lucha libre amateur. El primer evento será el 30 de agosto en Fox Nation.
Un legado millonario no exento de altibajos
Se estima que acumuló un patrimonio superior a los $25 millones, resultado de contratos televisivos, derechos de imagen, productos licenciados y apariciones promocionales. A pesar de sus altibajos financieros, incluido un polémico juicio en 2016, logró mantener una base económica sólida, pero mucho menor a lo que el público podría esperar luego de décadas de exposición mediática de alto perfil.
Le sobreviven su esposa Sky Daily y sus dos hijos, Brooke y Nick, quienes en distintas etapas también intentaron seguir carreras mediáticas. Aunque no se ha hecho público el contenido de su testamento, se espera que ellos sean los principales beneficiarios del legado Hogan. Algunos analistas señalan que parte de sus activos están protegidos bajo fideicomisos.
Con su partida, se va una era completa de la lucha libre. Hogan no fue solo un campeón; fue el rostro de una industria que supo reinventarse, y cuya popularidad se debe en gran parte a su imagen. El ring, sin duda, nunca volverá a ser el mismo.
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