La volatilidad que estremeció a los mercados globales durante el segundo trimestre no fue obstáculo para que Barclays sorprendiera con cifras que desbordaron las previsiones de los analistas.
El banco británico anunció ganancias antes de impuestos por £2,500 millones ($3,340 millones de dólares), superando con holgura los £2,230 millones esperados por LSEG, mientras los ingresos totales alcanzaron las £7,200 millones. El impulso provino directamente desde su histórica división de banca de inversión, que vio un crecimiento de 10% en ingresos, impulsado por operaciones bursátiles y una sólida expansión en intereses netos.
En palabras del CEO CS Venkatakrishnan, “seguimos encaminados a alcanzar los objetivos de nuestro plan trienal, ofreciendo rentabilidades estructuralmente más altas y estables para nuestros inversores”. A la mitad del período establecido, la estrategia ya ha cumplido con la mitad de la meta de crecimiento en ingresos, dos tercios del objetivo de £2,000 millones en ahorro de costos, y ha avanzado más de la mitad en crecimiento de activos ponderados por riesgo en el Reino Unido.
Barclays también anunció una recompra de acciones por £1,000 millones ($1,330 millones), mientras los accionistas celebran una rentabilidad sobre el capital tangible de 13.2%. Las ganancias por acción aumentaron a 11.7 peniques frente a los 8.3 del año anterior. La métrica clave de solvencia, el ratio CET1, se ubicó en 14%, mejorando ligeramente desde el 13.9% del primer trimestre.
Aunque los ingresos por asesoría y comisiones descendieron, el dinamismo en los mercados de deuda compensó ampliamente, en un trimestre marcado por las medidas arancelarias del presidente Donald Trump y la posterior recuperación bursátil. El banco, con una fuerte presencia en EE. UU. desde que absorbió los negocios de banca de inversión de Lehman Brothers, se prepara para un escenario competitivo más duro debido a posibles reformas en las reglas de apalancamiento de capital en ese país.
La entidad también enfrenta reconfiguraciones domésticas, con NatWest reestructurándose tras volver a ser de propiedad privada y el avance de Santander tras la compra de TSB. Para Barclays, el desafío no es menor: contener la inflación en el Reino Unido podría limitar el margen de interés si el Banco de Inglaterra opta por postergar recortes de tasas. Pese a todo, Venkatakrishnan reafirmó el compromiso de lograr “rentabilidad sostenible” mientras el banco continúa afinando su estructura de costos junto a McKinsey y el recién incorporado Alex Ham, expresidente de Deutsche Numis.
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