Los reflectores aún estaban sobre Figma cuando el entusiasmo de Wall Street pareció desvanecerse de un momento a otro. Apenas unos días después de una espectacular entrada al mercado, las acciones de la compañía de software sufrieron una caída estrepitosa.
El desplome del lunes fue contundente: los títulos de Figma retrocedieron $27.50 y se ubicaron en $94.50 al mediodía, un descenso del 23% respecto al cierre del viernes, cuando cotizaban a $122. La ola de ventas llegó tras un debut que había triplicado el precio original de la oferta pública inicial, fijado en $33 por acción.
En total, Figma y sus principales accionistas colocaron cerca de 37 millones de acciones, recaudando alrededor de $412 millones. Pese a la fuerte corrección, la valoración de la empresa ronda los $56,000 millones, una cifra que supera ampliamente la oferta de adquisición por parte de Adobe en 2022, estimada en un tercio de ese monto.
Dylan Field, CEO de la firma y con apenas 33 años, aún posee acciones valoradas en más de $5,000 millones, incluso después de la caída. En el prospecto actualizado de la OPI, Figma había anticipado un crecimiento de aproximadamente 40% en sus ingresos del segundo trimestre comparado con el año anterior.
A diferencia de muchas tecnológicas que se han estrenado en bolsa con balances negativos, Figma ha demostrado tener rentabilidad sostenida. Pero ni siquiera eso bastó para evitar el brusco ajuste tras una semana de euforia, algo que es previsible ocurra luego de una desmesurada euforia inicial.
Mantente al día en la actualidad financiera conectándote a la señal en vivo de Comercio TV aquí.