En la Casa Blanca, el ambiente se tiñó de confrontación tras un episodio judicial que, lejos
de debilitarlo, Donald Trump presentó como una victoria personal.
Durante un intercambio con Jonathan Karl, de ABC News, el presidente no titubeó: “Estoy
ganando, estoy ganando los casos”. Acto seguido, lanzó un ataque directo al periodista:
“Eres culpable, Jon, eres culpable. ABC es una cadena terrible, una cadena muy injusta, y
deberías avergonzarte. NBC es igual de mala. No sé quién es peor”.
El comentario surgió el viernes, horas después de que el juez federal Steven Merryday
desestimara la demanda por difamación de $15,000 millones presentada por Trump
contra The New York Times. Merryday tachó la presentación de “decididamente impropia
e inadmisible”, reprochando que el extenso documento de 85 páginas estaba repleto de
“acusaciones superfluas” y elogios al propio mandatario, en lugar de centrarse en los
cargos legales.
“El escrito no es un foro público para vituperios e invectivas, no es un megáfono para las
relaciones públicas ni un podio para un discurso apasionado en un mitin político”,
sentenció el magistrado, quien además limitó a 40 páginas cualquier futura denuncia,
dejando fuera solo anexos, título y firma. Aun así, concedió a Trump y a su equipo 28 días
para volver a presentar una demanda revisada contra el Times, cuatro de sus periodistas
y la editorial Penguin Random House.
El libro Lucky Loser: How Donald Trump Squandered His Father’s Fortune and Created
the Illusion of Success, publicado por Penguin y escrito por Susanne Craig y Russ
Buettner, también figura en la disputa. Según los abogados de Trump, se trata de un texto
“falso, malicioso y difamatorio”.
Mientras el equipo legal del presidente asegura que continuará “responsabilizando a las
noticias falsas”, el Times celebró la decisión como la confirmación de que la denuncia era
“un documento político y no una presentación legal seria”.
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