Pocas compañías pueden presumir de haber transformado la incertidumbre en éxito. Hace apenas cinco años, cuando Palantir debutó en la Bolsa de Nueva York en medio del caos de la pandemia, el escepticismo era generalizado. Hoy, la firma tecnológica se ha convertido en uno de los nombres más poderosos del mercado estadounidense, multiplicando su valor en una proporción que pocos creían posible.
De las pérdidas a la cima del mercado
En septiembre de 2020, las acciones de Palantir se estrenaban a $10 por título, con una valoración de $16,500 millones. Era un contexto adverso: confinamientos globales, volatilidad en los mercados y dudas sobre su rentabilidad. Pero cinco años después, la historia dio un giro espectacular. El martes, sus acciones cerraron a $182.42, marcando un aumento de 1,700% y una capitalización bursátil que supera los $432,000 millones, por encima de gigantes como Cisco e IBM.
La empresa, fundada por Alex Karp junto a Peter Thiel y Joe Lonsdale en 2003, se consolidó gracias a su software de análisis de datos, ampliamente utilizado por agencias gubernamentales como el Ejército de EE. UU. y el ICE. Su incorporación al S&P 500 el año pasado coronó un ascenso meteórico impulsado, sobre todo, por su expansión en inteligencia artificial.
Los ingresos trimestrales superaron los $1,000 millones por primera vez y se espera que alcancen los $4,200 millones este año, casi seis veces más que en 2019. Su base de clientes creció de 125 en 2020 a 849 a mediados de 2025, y su plantilla se amplió en 1,500 empleados.
La revolución de la inteligencia artificial
El punto de inflexión llegó con el lanzamiento de su plataforma AIP en abril de 2023, una herramienta de IA diseñada para manejar grandes volúmenes de datos sensibles. Desde entonces, Palantir ha cerrado acuerdos con empresas como Wendy’s, American Airlines y Lear, que utiliza AIP para automatizar procesos y gestionar riesgos arancelarios.
Los ingresos comerciales en EE. UU. aumentaron 93% interanual y las reservas contractuales alcanzaron $1,100 millones. La expansión de AIP también impulsó contratos militares: en mayo, el Pentágono elevó a $1,300 millones su límite contractual bajo el programa Maven Smart Systems.
Controversias y visión de futuro
Pese a su éxito, Palantir no ha estado exenta de polémica. Ha sido criticada por su colaboración con agencias como ICE y por su apoyo al gobierno de Israel. Karp, siempre desafiante, ha defendido la filosofía de la empresa: “Seremos la compañía de software más importante del mundo”. Aun así, los analistas alertan sobre su valoración. Con múltiplos de 226 veces las ganancias futuras y 80 veces los ingresos, supera incluso a Tesla, lo que genera preocupación por una posible sobrevaloración. Sin embargo, Karp insiste en que “el mercado apenas comienza a comprender” el verdadero potencial de la empresa.
Desde su sede en Denver, el ejecutivo ha marcado distancia con la cultura de Silicon Valley, argumentando que Palantir representa una visión distinta del poder tecnológico. Para muchos, su éxito es también una afirmación de independencia intelectual frente al establishment del sector.
El auge de Palantir refleja no solo el atractivo de la inteligencia artificial, sino también la
capacidad de adaptación de las empresas estadounidenses. En ese contexto, las comunidades latinas en EE. UU. emergen como actores esenciales, impulsando el desarrollo tecnológico, la adopción de IA y el talento especializado que sostiene el crecimiento de la economía digital.
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