En un ambiente político cada vez más tenso, el presidente Donald Trump advirtió que su administración aprovechará el cierre del gobierno para reducir de manera permanente lo que calificó como “programas demócratas populares”.
Durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, el mandatario aseguró que estas medidas responden a lo que considera una falta de cooperación del Congreso para resolver la crisis presupuestaria.
“Sólo estamos recortando los programas demócratas”, afirmó Trump, sin especificar cuáles serían los objetivos de los recortes, aunque dejó claro que no cuentan con apoyo entre los republicanos. El presidente insistió en que el cierre, que ya entra en su noveno día, es responsabilidad de los demócratas y prometió que “recibirán un poco de su propia medicina”.
En los últimos días, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, confirmó que la Casa Blanca ya congeló $18,000 millones en fondos destinados a proyectos de infraestructura en Nueva York y canceló otros $8,000 millones vinculados a programas climáticos en estados tradicionalmente demócratas. También se suspendieron $2,100 millones asignados al transporte público en Chicago, y la administración analiza eliminar $12,000 millones adicionales para proyectos de energía limpia.
El cierre comenzó el 1 de octubre tras el fracaso del Congreso en aprobar las asignaciones para mantener la financiación del gobierno. Los republicanos buscan una medida temporal hasta el 21 de noviembre, mientras que los demócratas exigen incluir protecciones de salud antes de extender los créditos fiscales de la Ley de Atención Médica Asequible.
El enfrentamiento político prolonga la parálisis gubernamental y amenaza con profundizar el impacto económico, afectando a millones de trabajadores federales y a los servicios públicos esenciales.
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