En una etapa marcada por cambios acelerados en el consumo, tensiones internas y un mercado cada vez más competitivo, una de las marcas más emblemáticas del sector deportivo enfrenta una redefinición de su liderazgo. La decisión llega tras meses de cuestionamientos sobre el rumbo estratégico y el atractivo de la compañía.
Lululemon Athletica informó que su director ejecutivo, Calvin McDonald, dejará el cargo en enero y también abandonará su puesto en la junta directiva. Permanecerá como asesor principal hasta marzo “para facilitar una transición sin problemas”, señaló la empresa. La noticia se produce mientras el fundador, Chip Wilson, había estado evaluando en privado una posible lucha por poderes, frustrado por lo que considera una “pérdida de atractivo” de la marca. Según personas familiarizadas con el tema, Wilson había contratado asesores y dialogado con potenciales inversores.
Las acciones de Lululemon subieron cerca de un 10% en operaciones posteriores al cierre tras el anuncio, aunque en lo que va del año acumulan una caída del 51%, borrando alrededor de $25.4 mil millones en capitalización de mercado. La empresa buscará un reemplazo permanente, mientras que la directora financiera Meghan Frank y el director comercial André Maestrini actuarán como codirectores ejecutivos interinos, y Marti Morfitt asumirá como presidenta ejecutiva.
McDonald asumió el mando en 2018, proveniente de Sephora, y durante su gestión triplicó las ventas anuales hasta $10,600 millones, guiando a la compañía durante la pandemia y expandiéndola a más de 780 tiendas globales. Sin embargo, recientemente las ventas en Estados Unidos se debilitaron. En el trimestre finalizado el 2 de noviembre, los ingresos netos crecieron 7% hasta $2.6 mil millones, impulsados únicamente por mercados internacionales, mientras que en América cayeron 2%.
El fundador de Lululemon ha criticado duramente la dirección actual. Según su portavoz, Andrea Mestrovic, espera “una junta directiva reformada que esté compuesta por personas emprendedoras, creativas, con experiencia técnica en indumentaria”. Analistas también cuestionaron algunas decisiones, como acuerdos con la NFL. Para Randal Konik, de Jefferies, esa alianza “parece menos una iniciativa de crecimiento audaz y más un Ave María”.
A esto se sumaron problemas de calidad, como el retiro de los leggings Breezethrough tras fuertes críticas. El plan de McDonald incluía elevar los nuevos estilos al 35% del surtido y lanzar diseños bajo un nuevo director creativo.
La salida del CEO abre una etapa decisiva para Lululemon, que deberá equilibrar innovación, identidad de marca y expectativas de sus inversionistas para recuperar la confianza del mercado.
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