A veces, el pulso de la economía no se percibe en un solo dato, sino en el retraso, el ruido y la cautela con la que llega la información. El reporte laboral de noviembre en Estados Unidos aterrizó con una nota poco habitual: el propio gobierno reconoce que el cierre federal afectó la publicación y la lectura de las cifras, justo cuando inversores y autoridades buscan señales claras para 2026.
Un informe retrasado, pero con mensaje directo
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) informó que el empleo total en nóminas no agrícolas “varió poco” en noviembre, con un aumento de 64,000 puestos. El organismo subrayó que, desde abril, “ha mostrado poco crecimiento neto”. En paralelo, la tasa de desempleo se ubicó en 4.6%, “prácticamente sin cambios desde septiembre”, aunque por encima del 4.2% de hace un año. El número de desempleados fue de 7.8 millones.
En la letra chica, el BLS explicó que “la publicación de los datos… se retrasó debido a un lapso en el gobierno federal” y advirtió que las estimaciones de noviembre “están asociadas con errores estándar ligeramente más altos de lo habitual”, con una tasa de respuesta del 64.0% en la encuesta de hogares.
La debilidad se concentra y el gobierno federal pesa
La fotografía sectorial mostró una economía que contrata, pero con motores limitados. Salud sumó 46,000 empleos, con avances en atención ambulatoria (+24,000), hospitales (+11,000) y centros residenciales y de enfermería (+11,000). La construcción agregó 28,000, impulsada por contratistas especializados no residenciales (+19,000). La asistencia social extendió su tendencia al alza (+18,000).
Del otro lado, transporte y almacenamiento cayó en 18,000, concentrado en “correos y mensajeros” (-18,000). Ocio y hostelería registró una pérdida de 12,000, según el resumen adicional incluido en el texto.
El gobierno federal siguió reduciendo plazas: -6,000 en noviembre, después de -162,000 en octubre. El BLS apuntó que la baja se vinculó a empleados que aceptaron “una oferta de renuncia diferida”, y que el empleo federal acumula un descenso de 271,000 desde su pico de enero.
Qué puede leer la FED en medio del ruido
Pese a las complicaciones, voces externas interpretaron un enfriamiento evidente. Heather Long, economista jefe de Navy Federal Credit Union, aseguró: “La economía estadounidense se encuentra en una recesión laboral”. Y añadió: “El país ha añadido tan solo 100,000 puestos de trabajo en los últimos seis meses”.
En política monetaria, el dilema sigue abierto. Kay Haigh, codirectora global de renta fija y soluciones de liquidez en Goldman Sachs Asset Management, sostuvo: “Es poco probable que la FED le dé mucha importancia al informe de hoy dadas las disrupciones en los datos”, y recalcó que el reporte de diciembre “probablemente será un indicador mucho más significativo”.
Más allá del titular, el BLS también ofreció una señal que suele importar: los salarios se moderan. El ingreso promedio por hora subió 0.1% en el mes y 3.5% en 12 meses.
En un cierre de año cargado de expectativas, el mercado laboral parece entrar en 2026 con una palabra incómoda: fragilidad, y con otra inevitable: paciencia.
Mira la señal en vivo de Comercio TV aquí y mantente al día en la actualidad financiera








