Jeffrey Epstein otrora multimillonario exitoso, recientemente caído en desgracia, ha dejado un nuevo testamento solo dos días antes de morir tras un aparente suicidio dentro de la prisión Metropolitan Correctional Center ubicada en Nueva York.
Una petición de legalización del testamento fue presentada el jueves en las Islas Vírgenes de los EE. UU, donde Jeffrey Epstein tenía su hogar. Dos testigos firmaron declaraciones juradas declarando que Epstein “lo firmó de buena gana” y que él era “de mente sana y sin restricciones ni influencia indebida” en ese momento.
La herencia se calculó por un monto de $577,672,654, es decir, $18,551,700 más de lo que Jeffrey Epstein le dijo a un juez que tenía cuando solicitó sin éxito la fianza el mes pasado. De todos modos el monto final del patrimonio aún no se ha determinado con exactitud, ya que existen objetos de valor y otros bienes personales pendientes de avaluar.
Entre sus activos habían $56,000,000 en efectivo, más de $14,000,000 en inversiones a renta fija y más de $18,000,000 en “activos de aviación, automóviles y barcos”.
Mark Epstein era el único beneficiario de la fortuna de su hermano, en caso que Jeffrey hubiera muerto sin tener un testamento. Sin embargo el nuevo documento deja todo a un fideicomiso creado el 8 de agosto bajo el nombre “El Fideicomiso de 1953”. Por ahora no es claro si el beneficiario aún sigue siendo su hermano o si habría más personas.
El financista de 66 años fue encontrado muerto en su celda, con múltiples fracturas en el cuello, el pasado 10 de agosto, mientras esperaba ser juzgado bajo cargos federales de abuso sexual y tráfico sexual de menores. Posteriormente una autopsia oficial confirmó que el acusado cometió suicidio por ahorcamiento. La confirmación generó inmediatamente acusaciones de negligencia contra la prisión e incluso se insinuaron teorías conspirativas que indicaban un asesinato.
Jeffrey Epstein se había declarado no culpable. Se enfrentaba a una pena de hasta 45 años en la cárcel en caso de ser condenado. Una pena de este tipo hubiera significado una sentencia a muerte por le edad que tenía.
Los abogados de Epstein dijeron la semana pasada que no estaban satisfechos con la conclusión y que tenían la intención de llevar a cabo su propia investigación sobre “las circunstancias y la causa de la muerte del Sr. Epstein”.
En la actualidad algunas víctimas están reclamando compensación e incluso han aparecido nuevos casos de mujeres que habrían padecido abusos en medio de las aberrantes actividades ilícitas del multimillonario.
Hasta hace una década, lo que se sabía de Jeffrey Epstein era muy distinto. Muchos lo veían como un ejemplo de superación, pues había logrado llegar a lo más alto del mundo empresarial, sin tener un gran capital y sin haber siquiera terminado sus estudios en física y matemáticas. El giro de ciento ochenta grados se dio cuando fue recomendado para trabajar con el banco de inversiones Bear Stearns, a donde llegó en 1976. Allí comenzó un camino lleno de éxitos y luego fundó su propia firma, J. Epstein & Co., seis años después. Se codeaba con personajes de la talla de Bill Clinton, el príncipe Andrés de Inglaterra, Woody Allen o Donald Trump, entonces solo un empresario neoyorquino.