Peloton Interactive debutó este jueves en Nasdaq, aunque no como se esperaba. En su primer día el precio de la acción cayó un 11.17%. Abrió a un precio de $27 y cerró a $25.76.
La startup estadounidense con sede en la ciudad de Nueva York fue fundada en 2012 y se dedica al segmento de equipos de ejercicio de lujo y medios de comunicación. Sus productos estrella son las bicicletas estacionarias y caminadoras que se conectan a clases de fitness en vivo, a través de un servicio de suscripción mensual.
Son artículos costosos. La bicicleta estática tiene un precio de alrededor de $2,200 y la máquina para caminar $4,000. La suscripción a las clases vía streaming valen $39 al mes.
Peloton tiene más de 500,000 clientes alrededor del mundo. En 2018 se lanzó en Reino Unido y Canadá, y el pasado mes de mayo inició operaciones en Alemania. Sus planes próximos incluyen nuevas actividades como yoga y entrenamiento muscular.
Entre sus famosos clientes se encuentran David Beckham, Kate Hudson, Leonardo DiCaprio, Michael Phelps y Usain Bolt.
“En la medida en que transmitimos cerca de 1,000 horas de programación al mes de televisión en vivo a todo el mundo, es difícil no decir que también somos una compañía de medios”, dijo John Foley, CEO Y co-fundador en una entrevista que se emitió el día de la salida a bolsa. “Quiero decir, esta es la programación original. Tenemos miles de clases a pedido y tenemos casi 1,000 clases en vivo cada mes”.
En el año fiscal que terminó el 30 de junio, Peloton informó que sus ventas crecieron un 110%, pasando de $435 millones a $915 millones en el año fiscal 2018. Pero su pérdida neta de 2019 se amplió a $245.7 millones.
No todos comparten el entusiasmo por esta startup. Existen críticos como el colaborador y comerciante de CNBC, Pete Najarian, quien es escéptico sobre el futuro de Peloton.
“Cuando intentan decirnos que son una compañía de medios y no una compañía de ejercicios, eso me dice mucho”, dijo Najarian el miércoles en ” Fast Money ”. Comparó a Peloton con Uber, que afirma que es una plataforma tecnológica y no un medio de transporte.
Pero desde el principio, la misión de Peloton fue ser más que un simple fabricante de bicicletas o un proveedor de gimnasia, le dijo Foley a Sorkin.
La compañía se enfrenta a un difícil problema y tiene que ver con una demanda multimillonaria de casas disqueras que la acusan de utilizar sin permiso más de 1,000 canciones de artistas populares como Lady Gaga y Drake.
Peloton también ha enfrentado fuertes críticas por los altos precios de sus equipos y clases.“Nuestro deseo es bajar el precio y, en los próximos años, queremos asegurarnos de que decenas de millones de personas en todo el mundo puedan pagar una bicicleta Peloton y una cinta para correr Peloton”, dijo Foley, mientras montaba una bicicleta de la marca.
Sobre el manto de dudas que existe sobre la valoración de la firma y su rentabilidad, Foley dijo que “para bien o para mal, los inversores tendrán que afilar su propio lápiz y descubrir cómo valorarnos por su cuenta”. “Peloton es un negocio tan único”, puntualizó.