El Pentágono dijo este miércoles que Amazon, Google, Microsoft y Oracle, recibieron contratos de servicios en la nube que combinados totalizan un valor de $9 billones, hasta 2028.
En 2019 el Pentágono entregó a Microsoft la totalidad de la Infraestructura de Defensa Empresarial Conjunta, o JEDI por sus siglas en inglés. Dicha decisión produjo una batalla legal cuando Amazon, el principal competidor en el mercado de infraestructura en la nube, impugnó la decisión. Acto seguido Oracle también desafió la elección.
En 2020, el organismo de control del Pentágono realizó una revisión y dictaminó que no había pruebas para concluir que la administración Trump intervino en el proceso de adjudicación del contrato. Meses después, el Pentágono anunció que ratificaba a Microsoft.
A pesar de lo anterior, el año pasado el Pentágono cambió su enfoque y solicitó ofertas a Google, Amazon, Microsoft y Oracle para abordar las necesidades de computación en la nube. Pero la Administración de Servicios Generales declaró en ese momento que solo Amazon y Microsoft parecían cumplir con los requisitos.
El resultado de hoy se ha convertido en una “bendición” para Oracle, ya que los analistas no ven a esta compañía en el nivel top de empresas que ofrecen servicios de computación basados en la nube.
Oracle generó 900 millones de dólares en ingresos por infraestructura en la nube en el trimestre que finalizó el 31 de agosto, una pequeña fracción de los 20.5 billones de dólares que facturó Amazon Web Services, en el mismo periodo.
El esfuerzo denominado “Joint Warfighting Cloud Capability” (JWCC), está en línea con las intenciones del Departamento de Defensa de los EE. UU. cuyo objetivo es confiar a múltiples proveedores de tecnología la infraestructura clave del país, en lugar de depender de una sola empresa, lo cual fue una idea promovida desde la administración Trump.
Las ventajas de diversificar, radican en aprovechar las capacidades especializadas de cada uno, cargas de trabajo equilibradas tipo front-end y back-end, además de reducción de costos. Tener más de una nube hace que las organizaciones soporten de una mejor manera las posibles interrupciones del servicio provocadas por factores externos.