Las acciones de Tesla cerraron este martes con una caída del 12% y ocurrió un día después de que el fabricante de automóviles eléctricos informará cifras de producción y entrega de vehículos durante el cuarto trimestre de 2022, las cuales no alcanzaron las expectativas de los analistas y los objetivos declarados de la compañía.
El fabricante de coches eléctricos reportó 405,278 entregas totales para el trimestre y 1.31 millones de entregas totales para el año. Las cifras de todo el año representaron un récord para el fabricante de automóviles liderado por Elon Musk y un crecimiento del 40 % en las entregas en comparación con 2021.
Pero según un consenso de estimaciones de analistas compiladas por FactSet, al 31 de diciembre de 2022, Wall Street esperaba que Tesla informara alrededor de 427,000 entregas para el último trimestre del año.
Las acciones de Tesla sufrieron una venta masiva en 2022, lo que llevó al CEO, Elon Musk, a decirles recientemente a sus empleados que no se “preocupen demasiado por la locura del mercado de valores”.
Musk ha culpado en parte de la caída del precio de las acciones de Tesla al aumento de las tasas de interés. Pero los críticos señalan su inestable adquisición de Twitter por 44,000 millones de dólares como el gran culpable. El multimillonario vendió decenas de miles de millones de dólares de sus acciones de Tesla el año pasado, en parte, para financiar la compra de la red social.
Algunos analistas de Wall Street creen que las entregas fallidas de Tesla, que siguieron a los descuentos agresivos en China y EE. UU., significan problemas para el fabricante de vehículos eléctricos, pero otros ven una oportunidad de compra.
Toni Sacconaghi de Bernstein ve a Tesla “enfrentando un problema de demanda significativo” en 2023. Escribió en una nota el lunes: “La tasa anual de ejecución de pedidos de Tesla en el cuarto trimestre, incluidos los descuentos significativos, fue de solo alrededor de 1 millón de unidades, y el objetivo de la compañía es vender cerca de 2 millones de unidades en 2023. Esperamos que los desafíos de la demanda persistan en 2023”.
Además señaló que ningún modelo de Tesla parece calificar actualmente para ningún reembolso de la Ley de Reducción de la Inflación, excepto la versión de 7 asientos del Modelo Y de la compañía.
Agregó: “Creemos que Tesla necesitará reducir sus objetivos de crecimiento (y operar sus fábricas por debajo de su capacidad) y potencialmente aumentar los recortes de precios a nivel mundial, presionando los márgenes”.
Los analistas de Goldman Sachs dijeron que consideran que el informe de entregas del último trimestre es un “negativo incremental” y ven a Tesla como una empresa que está “bien posicionada para el crecimiento a largo plazo”.
Goldman reiteró su calificación de compra de las acciones en una nota del lunes y dijo que el hecho que los vehículos sean más asequibles en un entorno macroeconómico desafiante será un “impulsor clave del crecimiento”.
Pero el analista de Baird, Ben Kallo, quien recientemente nombró a Tesla como una de las mejores opciones para 2023, mantuvo una calificación superior y dijo que seguiría comprando las acciones antes del informe de ganancias de la compañía, que está programado para el 25 de enero.
“Las entregas del cuarto trimestre no alcanzaron el consenso, pero superaron nuestras estimaciones”, dijo en una nota del martes. “Es importante destacar que la producción aumentó 20 % trimestral, lo que esperamos que continúe hasta 2023 a medida que las gigafábricas en Berlín y Austin continúen creciendo”.
Los analistas de Morgan Stanley dijeron que creen que la debilidad del precio de las acciones de Tesla es una “ventana de oportunidad para comprar”.